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El Papa puso como ejemplo de conversión al Hijo Pródigo.
Ciudad del Vaticano (17/02/2021 07:59, Gaudium Press) En la homilía de hoy en la Basílica de San Pedro, miércoles de ceniza, el Papa Francisco recordó a los cristianos que con la Cuaresma iniciamos un tiempo de conversión:
“En la vida tendremos siempre cosas que hacer y tendremos excusas para dar, pero, hermanos y hermanas, hoy es tiempo de regresar a Dios” y citó al profeta Joel: “Vuélvanse a mí de todo corazón” (Jl 2,12).
Confesar los pecados
“¿Cómo proceder en el camino hacia Dios?” preguntó, y puso como ejemplo de regreso la parábola del Hijo Pródigo, pues, mirando a este hijo, “comprendemos que también para nosotros es tiempo de volver al Padre”. El padre perdona al hijo, pero él comienza confesando sus faltas.
Para unirnos con Dios, debemos hacer como “aquel leproso sanado” que volvió a Jesús para agradecerle: “Todos tenemos enfermedades espirituales, solos no podemos curarlas – recuerda el Santo Padre -; todos tenemos vicios arraigados, solos no podemos extirparlos; todos tenemos miedos que nos paralizan, solos no podemos vencerlos”. Es necesario “presentarle nuestras heridas y decirle: ‘Jesús, estoy aquí ante Ti, con mi pecado, con mis miserias. Tú eres el médico, Tú puedes liberarme. Sana mi corazón’”.
“Estamos llamados a volver al Espíritu Santo”, indicó el Papa. La ceniza sobre la cabeza “nos recuerda” que somos polvo y al polvo volveremos. Pero el Espíritu, Dador de vida, es “el Fuego que hace resurgir nuestras cenizas”.
El comienzo del regreso a Dios “es reconocernos necesitados de Él, necesitados de misericordia”. Pero Dios quiere que acudamos a Él, y solo debemos “dejarnos tomar de la mano” de Dios. Es el camino de la humildad.
Con información de Vatican News
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