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El contacto del hombre con la realidad está ya casi necesariamente mediado por las pantallitas negras. El problema es quienes se pueden colar en esas pantallas.
Foto: Ales Nesetril en Unplash
Redacción (19/05/2022 16:46, Gaudium Press) La tecnología cibernética, esa cosa hoy tan pegada al hombre que hay gente que ya dice que todo el mundo es medio cyborg, pues los móviles son casi parte de nosotros mismos…
Tecnología que facilita la vida, que puede enviciar, y que también puede servir para el establecimiento de la peor de las dictaduras, capaz de vigilar casi hasta la respiración del ser humano.
En días pasados Gaudium Press noticiaba el caso de Xie Yang, defensor de derechos humanos en la China (profesión tan riesgosa como la más). Iba un día él a visitar a la madre de Zhang Zhan, periodista condenada a cuatro años de prisión por atreverse a revelar lo que realmente estaba ocurriendo en Wuhan, al inicio de la pandemia. Xie va al aeropuerto el pasado 6 de noviembre – las autoridades le habían advertido que no hiciera ese viaje – , y cuando está por abordar el avión, ¡zas!, su pasaporte sanitario se pone en rojo, lo que de acuerdo a las normas vigentes lo obligaba a recluirse en cuarentena por dos semanas; de hecho sí fue obligado a ir a un centro de cuarentena, que en realidad era de represión política.
Ahora LifeSite noticia que Irán va a racionar el acceso al pan subsidiado, lo que realizará por medio de cupones digitales y la Tarjeta de Identidad Nacional Biométrica, que viene siendo implementada desde el 2015. La tarjeta tiene un chip que almacena datos biométricos entre los que se encuentran escaneos del iris, huellas dactilares e imágenes faciales, y que ya viene siendo usada para acceder a ciertos servicios gubernamentales.
Lo cierto es que el costo de trigo está bastante elevado, y para muchos iraníes comprar pan y otros alimentos en un supermercado ya no es una opción (50% de los iraníes viven bajo la línea de pobreza y se calcula que los precios en el mercado pueden ser hasta 7 veces los de un alimento subsidiado), por lo que muchos iraníes ya dependen del programa de subsidios alimentarios estatal, que ahora se maneja vía biométrica-cibernética. Es pues una estatización de la economía ayudada por la tecnología.
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Va otro ejemplo de distorsión artificial de la realidad, o de control de la realidad por medios de estas tecnologías.
Es también LifeSite que informa que cerca de la mitad de los 22,3 millones de seguidores de la cuenta Twitter del presidente Joe Biden (@POTUS), son cuentas fake, falsas, es decir “cuentas que son inalcanzables y de las que no se ven los tweets de la cuenta (ya sea porque son spam, bots, propaganda, etc. o porque ya no están activos en Twitter)”, según califica SparkToro, la empresa auditora.
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El contacto del hombre con la realidad está ya casi necesariamente mediado por las pantallitas negras. El problema es que detrás de las pantallitas, también hay muchos que te vigilan, intentan manipularte, controlarte, y a veces lo logran… cuidado. (SCM)
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