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Jaume Collboni no quiso que se instalase un pesebre tradicional en la Plaza de Sant Jaume.
Foto: Captura betevé
Redacción (18/12/2024 11:23, Gaudium Press) Reporta Religión En Libertad que el domingo pasado cientos de personas respondieron al llamamiento de Corriente Social Cristiana y llevaron más de 50 pesebres a la Plaza de Sant Jaume de Barcelona, junto al Ayuntamiento de la capital catalana.
Protestaban así contra la decisión del primer edil [alcalde] Jaume Collboni de no instalar un nacimiento en el lugar tradicional donde se ha hecho de manera ininterrumpida desde 1940, con la excepción de 2020 por los confinamientos y restricciones gubernamentales de aquellos meses. Una medida extraña incluso a la propia línea seguida en el pasado alcaldes socialistas de la Ciudad Condal. Esa tradición popular que ya era una clásica visita para los barceloneses en Navidad.
En su lugar, se ha instalado una estrella gigante de veinte puntas que ha supuesto un desembolso de 145.000 euros para las arcas municipales y autonómicas, pues la Generalitat (también con gobierno socialista) ha compartido el coste.
“Si nos quitan el belén, nosotros lo pondremos”
Alicia Berenguel, de la directiva de Corriente Social Cristiana, dijo: “Decidimos que si el Ayuntamiento nos quitaba el belén, lo pondríamos nosotros, los ciudadanos. Realizamos una intensa campaña de difusión invitando a todos los barceloneses a llevar su propio belén a la plaza Sant Jaume, a cantar villancicos y leer poemas navideños; en definitiva, a celebrar el verdadero origen de la Navidad, que el Ayuntamiento quiere negar bajo el pretexto de que el belén es ‘polémico’”.
Una vez empezó el acto y los villancicos, se sumaron muchas personas que paseaban por allí y se acercaron a aplaudir la iniciativa y a cantar. “Mucha gente nos decía que se alegraban de ver el despliegue de belenes y escuchar los villancicos. Esa estrella que ha puesto el Ayuntamiento no genera ninguna emoción, no despierta ningún sentimiento, porque no vincula a nadie con la Navidad”.
El supuesto baile de luces de la estrella municipal no interesa a nadie en la plaza, y de hecho durante la tarde del domingo ni siquiera funcionaba su código QR.
“Se formó un gran corro, pero no alrededor de la estrella, sino alrededor de los belenes y de los grupos que cantaban villancicos. Había gente de muchas culturas, nadie se sintió incómodo y comprobamos que el belén no tiene nada de polémico. La gente quiere celebrar la Navidad, revivir las tradiciones de sus mayores, poder expresar su fe, gozar de la belleza de los belenes y de lo que representan, vivir momentos entrañables”, reivindica Alicia Berenguel.
Las personas creían que era un petitorio para que regresara el belén
“Fue llamativo el número de personas que hicieron cola ante la mesa de registro de belenes creyendo que se trataba de una recogida de firmas para exigir el retorno del belén a la plaza. Cuando les informábamos que se trataba de un acto reivindicativo pero que solo estábamos registrando los belenes y recogiendo las direcciones de correo electrónico de las personas que deseaban recibir información posterior sobre el evento y otras actividades de La Corriente, nos pedían que les apuntásemos. Mucha gente está enfadada y frustrada porque se ha escondido el belén”.
Durante casi dos horas, todos cantaron villancicos en castellano y en catalán. También se leyeron poesías navideñas de reconocidos autores, un texto sobre el origen del belén y otro sobre la estrella que guió a los Reyes Magos. El acto finalizó a las siete y la gente se retiró contenta.
Alicia Berenguel insistió: “El Ayuntamiento no puede vivir de espaldas a la realidad ni quitarle a la gente algo que es suyo. So pretexto de “progreso” e “inclusión” se nos está negando lo que forma parte de nuestra esencia como pueblo y como personas”.
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