En Nigeria ocurrió ayer “La Masacre de Pentecostés”

50 feligreses fueron asesinados en una iglesia al sur. Piden que todos los líderes mundiales condenen el atentado.

Foto: Alek en Unplash

Redacción (06/06/2022 16:17, Gaudium Press) Lo de Nigeria, contra la Iglesia, ya adquiere ribetes de genocidio, el cuál no es solo el ataque sistemático a una etnia o nación, sino también a un grupo por motivos religiosos. A los muchos secuestros de religiosos y matanzas de católicos que ahí ocurren, se suma ahora la triste noticia de que ayer domingo se realizó en ese populoso país africano la que ya se llama “La Masacre de Pentecostés”, en la que fueron muertas al menos 50 personas en la iglesia de San Francisco Javier, en Owo, estado de Ondo, al sur del país.

Recogiendo los sentimientos de dolor e indignación, la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha pedido que “todos los líderes políticos y religiosos en el mundo de manera firme y explícita condenen este ataque terrorista”.

Fueron 5 hombres que entraron a la iglesia armados y comenzaron a disparar de forma indiscriminada, tanto en el templo como en cercanías. También hicieron estallar una bomba y secuestraron al celebrante y a unos fieles. Como era de esperar, los heridos son numerosos.

En el país más populoso de África, casi la mitad, cerca de 100 millones, son cristianos. La mayoría de ellos viven al sur. El atentado fue al sur donde no ocurren con frecuencia, pues estos se ubican en su mayoría en el norte, donde vive la mayoría musulmana.

Aunque nadie se ha reivindicado la masacre, un diputado local ha acusado a la etnia fulani, que ya ha atacado a cristianos. El ataque sería en protesta por las políticas ganaderas que consideran restrictivas impuestas en el estado de Ondo. Sin embargo aún no hay nada confirmado, y existen las dudas, por el odio demostrado a la religión en el ataque.

Las condenas de los obispos se han sucedido, pero tal vez la más significativa, por la desesperanza que manifiesta es la del presidente de la conferencia episcopal, Mons. Lucius Ugorji, que dijo: “Ningún lugar parece volver a ser seguro en nuestro país; ni siquiera los recintos sagrados de una Iglesia.”

¿Será necesaria una intervención internacional?