Quiso seguir la vida militar, como su padre. Se enlista en el ejército veneciano para luchar contra los turcos, pero un día le aparece una llaga en una pierna…
Redacción (14/07/2020 07:38, Gaudium Press) San Camilo de Lellis, o Lelis, nace en Abruzos – Italia, en el año 1550.
Lo atrapa el vicio del juego
Siguió al inicio la vida militar de su padre, y se enroló en el ejército veneciano, para combatir los turcos. Pero un día le aparece una llaga en su pierna, y tiene que ir al hospital de Santiago en Roma, a curarse. En ese hospital ya se manifestó su caridad hacia otros enfermos, a quienes atendía, ayudaba.
Lamentablemente, tenía una pésima inclinación al juego de azar, y por dar rienda suelta a esta pasión fue expulsado del hospital, y luego en Nápoles perdió toda su fortuna, también en el juego: Había apostado todo lo que poseía y perdió, incluso hasta la propia camisa. Pensó en volverse un ladrón, pero recordando las enseñanzas de su madre, prefirió pedir limosna.
El administrador de los capuchinos de Nápoles lo invita a trabajar en un convento que estos frailes construían en Manfredonia. Pero un día escucha una reflexión de un fraile que dirigía a los obreros y esto es motivo de profunda conversión. El mendigo antiguo apostador se confiesa, y se entrega a la misericordia de Dios. Esto ocurrió cuando tenía 25 años.
Entra a los capucinos, pero Dios no lo quería capucino
Pidió el ingreso a los capucinos, inicia el noviciado, pero nuevamente se le manifiesta la llaga de su pierna y tiene que regresar al hospital de Santiago, donde nuevamente se dedica a atender a los enfermos, pero con un celo renovado.
Teniendo 30 años, y bajo la dirección espiritual de San Felipe Neri, entra al Colegio Romano, (hoy Universidad Gregoriana) a adelantar estudios eclesiásticos. Sus jóvenes compañeros se burlaban por su edad, pero esto no impide que se ordene sacerdote el 26 de mayo de 1584.
Funda a los religiosos camilos
Siguió dedicándose a atender enfermos, y con los mejores de sus colaboradores funda la Orden de los Ministros de los Enfermos, o Religiosos Camilos, el 8 de diciembre de 1591. A esto lo movió también la gran necesidad de atención medica que requerían los enfermos llegados a Roma.
Su caridad iba creciendo con los años y con la misión. Los muchos enfermos no podían sino agradecer a ese ángel curativo que Dios había puesto en su camino.
Durante 36 años soportó su llaga, siempre dando muestras externas de bondad, sin ningún mal humor.
Muere el 14 de julio de 1614, teniendo 64 años. Fue beatificado en el año 1742 por el Papa Benedicto XIV, y canonizado en el 1746 por el mismo Pontífice.
En 1886 León XIII lo declaró, junto a San Juan de Dios, protectores de todos los enfermos y hospitales del mundo católico, patrono universal de los enfermos, de los hospitales y del personal sanitario.
Con información de Aciprensa y de Camilos.es
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