martes, 15 de octubre de 2024
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“La conquista de México la hicieron los indios, no los españoles”: historiadores tercian en polémica

La nueva presidente de México vetó al Rey de España para su investidura mañana. Habló Mons. Munilla.

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Redacción (30/09/2024 09:30, Gaudium Press) El noticiario internacional fue ocupado en días pasados, y aún lo sigue siendo, con la nueva de que la flamante presidente de México, Claudia Sheinbaum, vetó la asistencia del Rey de España a su investidura, mañana 1 de octubre. Esta decisión fue motivada por el rechazo de Felipe VI a emitir una condena de la evangelización y conquista de México, exigida por el entonces y aún presidente Andrés López Obrador en 2019.

En carta dirigida al Rey de España, López Obrador solicitaba “realizar una ceremonia conjunta al más alto nivel” en la que “el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados y que ambos países acuerden y redacten un relato compartido, público y socializado de su historia común”.

Menos noticiado que el veto, aunque también, han sido reacciones como la del Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, quien dijo en su cuenta X que mejor deberían pedir perdón a su país los gobiernos republicanos, pues fueron estos los que impusieron la lengua española después de la independencia, entregaron el 60% de los territorios que tenía México, y están configurando al país como un Estado fallido donde “35.000 personas son asesinadas al año y otras 75.000 son secuestradas”.

Respuestas de historiadores

Pero es claro que tampoco los historiadores se han quedado callados, y han hecho escuchar su voz, en este escenario de conflicto diplomático.

Por ejemplo Marco Antonio Cordero Galindo, mexicano, desmitifica el contexto de pretendida armonía que presenciaron los españoles a su llegada a lo que hoy es México. “Para ellos, el mundo funcionaba devolviendo en sangre a los dioses lo que recibían en recursos. Era terrible, porque se hacía principalmente con esclavos y a medida que los mexicas se hacían más fuertes, aumentaban sus sacrificios, pero hoy lo justificamos como si fuera una cosmovisión”, explica.

Cordero detalla que los mexicas llegaban al punto incluso de “deformar” la concepción del sacrificio, “ya cuestionable desde el punto de vista sagrado”. “Los practicaban no solo para los dioses, sino como una forma de producir terror e imponer la pax mexica”, explica. Como ejemplo, menciona los conocidos tzompantli, “enormes osarios donde exponían cientos de miles de cráneos a modo de demostración religiosa”, explica.

Del Neolítico al Renacimiento

Para Cordero, no existe ningún encuentro tan asimétrico en la historia como el que se dio entre europeos y mesoamericanos, estancados “en una etapa prácticamente neolítica”.

“El encuentro se dio y se aceleró de una manera impresionante gracias al cristianismo y a las personas que lo hicieron. Cuando llegaron lo imponen al contexto indígena con una caridad cristiana que nunca se había visto antes en la historia de la humanidad. Esa aportación que prácticamente se da en la primera década fue un avance nunca visto en la historia, que llevó a México del Neolítico al Renacimiento”, menciona.

Este historiador, que no quiere tampoco hacer una historia ‘rosa’ de la conquista, llega a referirse a Cortés como “el máximo benefactor del pueblo, quien inventó México”. “En el mismo día en que se consumó la caída de Tenochtitlán, ya estaba pensando en erigir el Hospital de Jesús y en unos cuantos años ya había colegios y universidades con el idioma principal, el náhuatl, para que se conociese la filosofía cristiana”.

Ha terciado en la polémica también un ex ministro de exteriores español, José Manuel García Margallo, quien en programa de TVE expresó —después que una periodista calificara a Cortés de asesino— que “No, no, es un error histórico. Si hubiesen votado los aztecas, probablemente [ndr. Cortés no sería líder], pero si hubiesen votado los totonacas y los tlaxcaltecas… Hernán Cortés llegó con 600 hombres y 16 caballos, conquistó un imperio de 7 millones y el 99% de sus tropas eran indios que habían estado oprimidos por los aztecas. Fue un genio militar”, dijo.

Reivindicó también el ministro la labor de España allí: “Tenochtitlán, que era la capital, tenía 300.000 habitantes [ndr. en la México virreinal] cuando Londres tenía 60.000. Hay que ir allí… Ver las universidades, ver las catedrales, las iglesias… Compara eso con lo que hicieron los ingleses en las 13 colonias. La primera gran obra de los británicos es Harvard, que es de 1636. La primera catedral en República Dominicana es de 1502”, contó.

“¿Pero cómo vamos a pedir perdón? —continúa el ministro. López Obrador no existiría si no fuese por Hernán Cortés porque es de ascendencia española pura. En la leyenda negra hay cosas muy pintorescas. El oro que España trajo fueron 200 toneladas. Entre 2010 y 2020 México extrajo 350. El oro se quedó allí y no hay más que ver lo que es México. Hay que pasearse por Puebla, por Oaxaca, por Guanajuato… Es una labor histórica”, apostilla García-Margallo.

Una periodista le interpela irónica, diciendo que solo fueron 200 toneladas las llevadas a España, a lo que el ministro respondió: “Entre 1521 y 1821 que es la independencia, eh”, es decir en 300 años…

Historiador argentino

Por su parte Marcelo Gullo, ensayista argentino y quien ya ha terciado en estas polémicas suscitadas por López Obrador, ha dicho algo más agudo, y es que “España no conquistó a América, sino que España liberó a América, pues Hernán Cortés, cito textualmente, ‘aglutinó a 110 naciones mexicanas que vivían oprimidas por la tiranía antropófaga de los aztecas y que lucharon con él’”.

Autor del difundido libro “Nada por lo que pedir perdón”, contra la leyenda negra antiespañola, entre otros, Gullo afirmó en reciente entrevista que “al momento de la independencia de España, la Ciudad de México era mucho más rica que todos las ciudades de Estados Unidos, que eran aldeas, Boston, Nueva York etc. Algún indigenista me acusará de blanco, europeo, argentino, de derecha, católico. No, no, esto es un dato científico, recabado por el barón von Humboldt, que era un hombre fervientemente anticatólico y antiespañol. Pero tenía lo que no tienen hoy profesores en las universidades: objetividad. Cuando llega a México, ¿qué dice Humboldt? Ah, nunca vi esto, nunca vi una ciudad tan moderna. Era 1820. Nunca vi una ciudad tan moderna como México. No hay ciudad comparable en Europa. Y cómo es la suerte de los hombres de las clases bajas? Porque quería encontrar algo en contra de España y no podía”.

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El periodista que habla con Gullo, quiere profundizar en la constatación del Barón Von Humbolt, antiespañol y anticatólico, de que en América no hubo el cacareado genocidio de 40 millones de indios: “El estudio más serio sobre la población en América lo hizo un científico argentino, y jamás nadie se atrevió a refutarlo porque era muy sólido en antropología y estadísticas. Es Ángel Rosenblat que dice mal pudo haber un genocidio. Sus cálculos dan 14 millones de habitantes”.

“La conquista de México la hicieron los indios, no los españoles”

“La primera premisa errónea del razonamiento negro-legendario, afirma Gullo, es que en América estábamos acá todos felices, haciendo el amor libre, desnudos como en el Caribe y comiendo mango. En realidad, nos estábamos comiendo unos a otros porque los guaraníes eran antropófagos al 100%, los incas eran asesinos absolutos y los aztecas habían montado un imperialismo antropófago. ¿Por qué Cortés, con 400 tipos, puede derrotar un imperialismo que tiene 200.000 soldados? Es matemáticamente imposible. Tenían arcabuces, y entre que se carga un arcabuz me dan 40 flechazos. Al caballo lo mataron al cuarto día. No se asustaron más. Cortés reúne a los pueblos de la periferia. Hartos de que se comieran a sus hijos, a sus nietos, a sus esposas. Les dice marchemos juntos contra este imperialismo antropófago de Tenochtitlán. Juntó un ejército de 300.000 indios y venció a un ejército de 200.000 aztecas. Entonces, la conquista la hicieron los indios, no los españoles. No hubo conquista de América, conquista de México, hubo liberación de Mesoamérica, del imperialismo azteca”.

“Y a partir de ese momento, Cortés prohibió las matanzas y la antropofagia. Comienza una nueva historia. Una reconciliación entre los pueblos indígenas, y de mestizaje. Cortés cumple el mandato de la reina Isabel la Católica: “Cásense españoles con indias e indias con españoles”. Cortés cumple eso. Y ahí nace México. Antes no existía México, existía Tenochtitlán, el imperialismo antropófago que se comía a los vencidos. No lo dice Marcelo Gullo, lo dicen los norteamericanos pro aztecas, como Prescott. Se comían, según Prescott, 20.000 por año. Y dice una frase terrible: “No me atrevo a decir que la cifra de 150.000 sea falsa”. Pongamos un punto medio, 80.000. ¿Sabes cuánto da por año? Si fuese hoy, matarían 4 millones de personas por año”.

Con información de Religión En Libertad e Infobae.

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