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El pasado domingo 30, el gobierno de Bielorrusia impidió el regreso a su país de Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, Arzobispo de Minsk, quien se encontraba en Polonia celebrando la Primera Comunión de un pariente.
Minsk (03/09/2020 09:14, Gaudium Press) Continúa el drama en Bielorrusia.
Después de semanas de protestas sufriendo la represión gubernamental, tras las cuestionadas elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, Bielorrusia vivió un capítulo que sin lugar a dudas tiene sabor a otros tiempos no felices, cuando el comunismo, tras adueñarse de un país, expulsaba a clérigos de la Iglesia Católica.
El pasado domingo 30 el gobierno de Bielorrusia impidió el regreso a su país de Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, Arzobispo de Minsk, quien se encontraba en Polonia celebrando la Primera Comunión de un pariente.
En el momento el Arzobispo dijo que “no se me permitió cruzar la frontera Buznica-Bialystok”. “Ninguna explicación me fue ofrecida, aunque yo soy ciudadano de Bielorrusia. Solo me fue dicho que estaba prohibido de entrar a Bielorrusia, nada más”, afirmó.
Mons. Kondrusiewicz se encuentra ahora en Bialystok, Polonia, a unos 60 kilómetros de la frontera con Rusia.
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Reacción de los obispos bielorrusos
Ante el injusto impedimento, los obispos de Bielorrusia han emitido una comunicación exigiendo que se permita el regreso de Mons. Kondrusiewicz:
“Es inadmisible que un obispo de la Iglesia Católica, que es el pastor de los fieles que le han sido confiados, se vea privado de la oportunidad de estar en su propia diócesis y llevar en ella el ministerio que le ha sido confiado por [el Papa Francisco]», expresaron los obispos bielorrusos el día de ayer.
La prohibición de reingreso del Arzobispo de Minsk no es sólo ilegal, expresaron los obispos bielorrusos, sino que va en perjuicio de las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado.
“La Conferencia de Obispos Católicos de Bielorrusia espera que la negativa de permitir el ingreso del Arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz a la República de Bielorrusia no sea más que un desafortunado malentendido que se resolverá lo antes posible, y que tales incidentes no se producirán en el futuro”, concluyen los obispos, pidiendo a todos los católicos rezar por el regreso seguro del prelado.
La Iglesia católica es el segundo grupo religioso más numeroso en el país, después de los ortodoxos. Comprende alrededor de un 15% de la población, que es un total de 9,5 millones de habitantes.
Papel destacado
El Arzobispo de Minsk se ha destacado en esta coyuntura como un defensor de los derechos de los ciudadanos.
El pasado 19 se traslado a pie hasta el centro de detención preventiva de la Calle Akrestsin, donde aún se encontraban detenidos muchos de los manifestantes del día 9, y caminó por los aledaños de este centro. Rezó un rosario de la Divina Misericordia y quiso ingresar pero le fue prohibido. Ya había pedido, sin fruto que se le permitiera a los sacerdotes dar asistencia espiritual a los detenidos.
Más recientemente Mons. Kondrusiewicz protestó ante el gobierno porque policías antidusturbios impidieron el ingreso de personas a la iglesia de los Santos Simón y Helena, manifestantes que buscaban refugio tras la represión policial. La iglesia fue bloqueada por espacio de 40 minutos por la policía.
Con información de Catholic Herald
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