viernes, 26 de abril de 2024
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Precisiones sobre el informe de abusos en la Iglesia de Francia

Jorge Soley hace un análisis que ayuda a una mejor consideración del Informe Sauvé.

Iglesia en Francia 2

Redacción (08/10/2021 06:29, Gaudium Press) Reproducimos a continuación el interesante análisis de Jorge Soley Climent publicado en Infocatolica , sobre el reciente informe sobre los abusos sexuales en Francia, cometidos por clérigos o laicos trabajando en la Iglesia. Resúmenes de lo que ahí se ha dicho han circulado por todo el orbe. No obstante, creemos que las consideraciones de Soley pueden ayudar a una mejor valoración de los datos ahí expresados:

Leer también: Comisión independiente concluye: más de 200.000 abusos cometidos por clérigos en Francia desde 1950

10 datos y reflexiones sobre los abusos en Francia

Jorge Soley

La publicación en Francia del «Informe Sauvé» merece nuestra atención. Se trata de un voluminoso informe sobre los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos sobre menores y adultos vulnerables desde la década de 1950 elaborado, a petición de la Conferencia Episcopal francesa, por una «Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia». Quien quiera conocer los elementos básicos del asunto puede encontrarlos en esta documentada noticia aparecida en InfoCatólica.

Creo que se deben destacar una serie de datos y reflexiones. En primer lugar, el horror, el terrible dolor con que recibimos las noticias de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos. Un horror especialmente intenso cuando uno es padre de familia y piensa que las víctimas eran como sus hijos. Un dolor que nos lleva a rezar por esos hermanos que han sufrido tanto y que claman justicia al cielo.

Sobre el «Informe Sauvé» en concreto, creo que merece la pena destacar:

1. Método de cálculo impreciso: El informe habla de 216.000 víctimas de sacerdotes y religiosos, que ascienden a 330.000 cuando se consideran los abusos cometidos por laicos. Para llegar a estas cifras se han interrogado a 243 personas y se han recibido 2.819 e-mails. Luego, en base a una encuesta realizada por el Instituto IFOP a 21.000 personas se hace una extrapolación que da esas cifras. En la presentación del informe, Jean-Marc Sauvé habló de un margen de error de 50.000 abusos arriba o abajo y, en cualquier caso no estamos hablado de hechos documentados sino de estimaciones. No es que cambie la gravedad de los hechos, y soy consciente de la dificultad de contabilizar hechos sucedidos hace medio siglo, pero yo hubiera preferido algo más preciso.

2. Un porcentaje pequeño del total de abusos: de los 5,5 millones de víctimas en Francia, el 96% fueron abusadas en entornos que no tienen nada que ver con la Iglesia y el 4% lo fueron en entornos relacionados con la Iglesia. Del drama y de las responsabilidades por ese 96% de abusos nadie habla.

3. Homosexualidad: es la palabra tabú, pero resulta evidente. El 75% de los abusos realizados en la sociedad civil en Francia se cometieron sobre niñas. En cambio, el 80% de los abusos cometidos por sacerdotes y religiosos lo fueron de chicos, con una concentración muy alta entre los 10 y los 13 años.

4. Menos abusos en zonas más católicas: algo que a algunos, empezando por el propio Sauvé, ha sorprendido (le parece paradójico, ha comentado): los abusos son proporcionalmente menos numerosos en las regiones donde la práctica religiosa era más fuerte, donde la fe se vivía con más intensidad. En entornos donde la Iglesia ha perdido vitalidad, es más fácil que se produzcan abusos. Yo no lo veo sorprendente ni paradójico, sino muy lógico.

5. Intervalos temporales para ocultar la verdad: curiosamente los 75 años que analiza el informe se divide en los siguientes intervalos: 50-70, 70-90, 90-2020. Agrupar los datos de la década de los 50 con los de la década de los 60 es, sencillamente, deshonesto. Al agrupar los datos así se intenta disimular lo ocurrido en la década de los 60, el post-Concilio y mayo del 68 (con aquello del «prohibido prohibir» y el «con mi cuerpo hago lo que quiero»). Entre 1962 y 1972 Pablo VI redujo al estado laical a 20.000 sacerdotes, y la cifra real se calcula que es más del triple pues la mayoría de quienes colgaban los hábitos en aquellos turbulentos años no pedían permiso a Roma. Se estima que, solo en Francia, 70.000 sacerdotes se secularizaron. Poner en el mismo saco lo que ocurrió en los años 50 y en los años 60, con situaciones tan dispares, es un disparate que solo se entiende si se quiere camuflar la realidad. El informe dice que el 56% del total de los abusos se cometieron en esas dos décadas, pero lo interesante sería saber cuáles se produjeron en cada una de ellas.

6. Pocos/demasiados sacerdotes abusadores: el informe calcula en algo más del 2,5% el número de sacerdotes y religiosos que cometieron abusos en Francia. Con todas las precauciones con las que hay que tomar estas cifras, son menos que en otros países donde se han realizado análisis de este tipo (4,4% en Alemania, 4,8% en Estados Unidos). Eso sí, son demasiados.

7. Curiosos criterios para ser merecedor de la confianza de la Conferencia Episcopal Francesa: la Conferencia Episcopal ha elegido a las personas que han dirigido esta investigación con unos criterios muy curiosos. El presidente, Jean-Marc Sauvé, antiguo novicio jesuita en Lyon, fue vicepresidente del Consejo de Estado que dictaminó dejar morir de hambre y sed a Vincent Lambert. Entre sus múltiples actividades encontramos la presidencia de cenas organizadas por la Gran Logia de Francia. Y las estimaciones estadísticas han sido encargadas a Nathalie Bajos, especialista en estudios de género.

8. Aporten datos y no sus prejuicios: si algunos de los datos aportados, que es lo que se le pedía a la Comisión, resultan imprecisos, en cambio precisa mucho en las recomendaciones que da a la Iglesia. Por ejemplo, cuestionando el celibato (¿pero no era un problema básicamente de varones abusando de niños?) o pidiendo el levantamiento del secreto de confesión en caso de abusos. ¿Es maldad o estupidez? ¿Es que no se dan cuenta de que eso significaría que nadie se confesaría de ese pecado? ¿Es que no saben que la absolución puede ser condicionada?

9. Discernimiento vocacional, una asignatura pendiente: la Comisión invita a la Iglesia a «adaptar su formación y vigilar con especial atención al discernimiento vocacional». Es obvio. Aunque cuando concreta pasa por alto, por ejemplo, el hecho de que el 80% de las víctimas son varones y habla, entre otras cosas, de «abrir el perfil de los docentes», que no se sabe ni en qué consiste ni en qué afecta a este grave problema. No obstante, hay aquí algo en lo que sí se debe mejorar: la reciente confesión del arzobispo de Milwaukee, Jerome Listecki, de que se les habían colado transexuales en el seminario y no se habían dado cuenta demuestran que algo, muy importante, está fallando en el acompañamiento vocacional en algunas diócesis.

10. ¿Y si escuchamos a Benedicto XVI?: si algo muestra este informe es que queda mucho por hacer. Pero más que en las confusas o incluso en algún caso desorientadoras recomendaciones de la Comisión (aunque algunas sí sean aprovechables), creo que arroja mucha más luz sobre las causas profundas de esta crisis y sobre los caminos para combatirla el texto que Benedicto XVI publicó al respecto en abril de 2019 titulado La Iglesia y el escándalo del abuso sexual. Por cierto, allí descubrirán la importancia del Derecho canónico, ese Derecho despreciado y ninguneado hoy en día de manera general en la Iglesia, para combatir esta plaga de los abusos.

Mientras tanto, recemos por la Iglesia, especialmente por la santidad de los sacerdotes y religiosos, para que este doloroso escándalo cese, y sobre todo por las víctimas que llevarán de por vida esta herida.

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