En su práctica médica fue viendo los milagros que operaban los médicos cristianos. Su sangre se licúa milagrosamente hasta hoy.
Redacción (27/07/2022 08:56, Gaudium Press) Nace San Pantaleón en Nikomedia o Nicomedia, lo que hoy es Turquía, en el S. III y muere en la persecución del emperador Diocleciano, el 27 de julio del 305.
Su padre era pagano, pero su madre era cristiana. Era médico.
Ve los milagros que operan médicos cristianos
Aunque fue formado en la fe de su madre, se dejó llevar por el torrente de vicios del mundo pagano, y también renunció a la fe de Cristo. Pero un buen cristiano, probablemente sacerdote, llamado Hermolano fue instrumento de Dios para que volviera a la fe. Este lo invitó a acceder a “la curación que proviene de los Alto”, llevándolo a la Iglesia. También empezó a darse cuenta que algunas de las curaciones que operaban los médicos cristianos no tenían explicación natural, y eso también lo volvió a acercar a la fe de Cristo.
Imbuido pues de los principios de la fe cristiana, usó de su arte médico para atender gratuitamente a los pobres, e incluso repartió sus riquezas entre ellos, lo que causó la envidia de otros médicos, que lo acusaron ante las autoridades como cristiano.
El emperador quería salvarlo pero si renunciaba a la fe
El emperador que quería en secreto salvarlo, le dijo que apostatara, pero el santo se rehusó, e hizo en ese momento la curación milagrosa de un paralítico para demonstrar que su fe era verdadera.
Dicen las actas de su martirio que de seis formas diferentes quisieron matarlo, pero que por especial protección del Señor no lo conseguían: con fuego, con plomo derretido, ahogándolo, lanzándolo a las fieras, torturándolo, atravesándole una espada. Finalmente Dios permitió que lo decapitaran.
Existen algunas reliquias de la sangre que San Pantaleón derramó en su martirio, en Madrid, Constantinopla y Ravello, cerca a Nápoles. La sangre de Madrid fue tomada de la de Ravello.
La de Madrid está en el Real Monasterio de la Encarnación, de Agustinas Recoletas, que fue dada con un pedazo de hueso por la hija del Virrey de Nápoles, que profesó como religiosa con estas Agustinas. Todos los años, antes de la fiesta del santo, es decir ayer, sin explicación humana, la sangre que está en estado sólido se torna líquida. La Iglesia aún no se ha pronunciado sobre este hecho, que se ha repetido ante la presencia de muchos fieles.
Se afirma que cuando la sangre no vuelve a su estado sólido puede ser señal de malos acontecimientos, como ocurrió con las dos guerras mundiales. Este hecho que ocurre con la Sangre de San Pantaleón, es análogo al que sucede con la sangre de San Genaro en Nápoles.
En estos tiempos de pandemias, no sobra encomendarse a San Genaro.
Ver también: Milagro de licuefacción de la sangre de San Genaro se repite en Nápoles.
Con información de Aciprensa
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