El Motu Propio del Pontífice lleva el título “Concerniente a algunas competencias en materia económica y financiera”.
Ciudad del Vaticano (28/12/2020 17:02, Gaudium Press) Como ya había sido anunciado en noviembre pasado, la Secretaría de Estado vaticana no administrará más dineros de la Iglesia.
Esta es una de las consecuencias del Motu Propio del Pontífice que lleva el título “Concerniente a algunas competencias en materia económica y financiera”, publicado hoy, que busca establecer un mayor control y vigilancia sobre actividades económicas y financieras de la Santa Sede, incluyendo a Óbolo de San Pedro y otras donaciones de los fieles.
Después de lo dicho por The Australian
El Motu Propio de Francisco se da pocos días después de que uno de los principales diarios de Oceanía, The Australian, revelara que la entidad de investigaciones financieras de Australia, Austrac, había informado al senado del país que desde el 2014 – y en más de 400.000 transacciones – se habían trasferido alrededor de 1.700 millones de dólares desde el Vaticano hacia Australia.
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Hasta el momento no ha habido un pronunciamiento oficial de la Santa Sede sobre este asunto, que interesa a amplios sectores tanto al interior como por fuera de la Iglesia, por la elevada cifra en juego. Se elevan interrogantes sobre el origen de la gran cantidad de fondos, los destinatarios en Australia y el uso a que se habían destinado.
Algunas disposiciones del Motu Propio
El Motu Propio “Una mejor organización” tiene como fin, según palabras de Francisco “una mejor organización de la administración, control y supervisión de las actividades económicas y financieras de la Santa Sede”, algo fundamental “para asegurar una gestión transparente y eficiente y una clara separación de competencias y funciones”.
En ese sentido, desde el 1ro. de enero “la propiedad de los fondos y cuentas bancarias, de las inversiones mobiliarias e inmobiliarias, incluidas las participaciones en empresas y fondos de inversión, hasta ahora a nombre de la Secretaría de Estado” pasará a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica – APSA, “que se encargará de su gestión y administración”. Asimismo estos activos estarán sujetos a un control ad hoc por parte de la Secretaría de Economía (SPE), que “a partir de ahora también desempeñará la función de Secretaría Papal para asuntos económicos y financieros”.
Tampoco habrán cuentas bancarias a nombre de la Secretaría de Estado
La Secretaría de Estado “transferirá lo antes posible, a más tardar el 4 de febrero de 2021, todos sus haberes líquidos mantenidos en cuentas corrientes a su nombre en el Instituto de Obras de Religión o en cuentas bancarias extranjeras, a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica a una cuenta bancaria indicada por ésta”.
Si no es posible cambiar la titularidad de estas cuentas antes del 4 de febrero, la Secretaría de Estado entregará al presidente de la APSA un poder general “atribuyéndole exclusivamente todas las facultades de administración ordinaria y extraordinaria» para «la gestión de cuentas corrientes bancarias; la gestión de valores y bienes muebles en nombre de la Secretaría de Estado; el ejercicio de los derechos derivados de las participaciones de la Secretaría de Estado en empresas y fondos de inversión; la gestión de bienes inmuebles en nombre de la Secretaría de Estado directa o indirectamente”.
Todo lo que reciba el Vaticano entrará a una cuenta única administrada por la APSA
A partir del próximo año, “las contribuciones por cualquier motivo debidas o libremente entregadas a la Santa Sede por entidades eclesiales de cualquier tipo”, incluyendo las de la Gobernación y el Instituto para las Obras de la Religión (IOR) más conocido como ‘banco vaticano’, “se ingresarán en una cuenta denominada Presupuesto General de la Santa Sede, gestionada por la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica según las normas vigentes, sobre la base del presupuesto aprobado”. El dinero trasferido desde esta cuenta, debe tener la autorización del Prefecto de la Secretaría de Economía, que actualmente es el sacerdote jesuita Juan Antonio Guerrero.
También se anuncia que la APSA constituye una provisión presupuestaria llamada Fondos Papales, donde se incluirán los dineros del Óbolo de San Pedro” y el “Fondo Discrecional del Santo Padre”. Esa provisión entrará en los estados financieros consolidados de la Santa Sede.
Tras otras disposiciones, el Motu Propio establece que la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado mantendrá “exclusivamente los recursos humanos necesarios para llevar a cabo las actividades relativas a su propia administración interna, a la elaboración de su propio presupuesto y balance y a las demás funciones no administrativas realizadas hasta ahora”. Los archivos de la Oficina relativos a inversiones y fondos se transfieren a la APSA.
Con información de Vatican News
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