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¿No se habrá obedecido ‘demasiado’ a las autoridades civiles?, se preguntaba recientemente el Cardenal Muller.
Basílica Santuario de Luján
Redacción (16/06/2021 11:42, Gaudium Press) Después de una de las restricciones al culto más largas del mundo, el gobierno argentino ha autorizado hoy las celebraciones religiosas en iglesias y lugares cerrados con una ocupación máxima de un 30%. Las restricciones al culto en Argentina pueden ser comparadas a las de muy pocos lugares, como por ejemplo Irlanda.
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La decisión de permitir las celebraciones religiosas tomada por la Jefatura de Gabinete de Ministros, se funda en un pedido del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
¿No se habrá obedecido ‘demasiado’ a las autoridades civiles?
La pregunta que queda en el ambiente es si son muchos los argentinos que ya perdieron el hábito de ir a misa, algo que será constatado o no en los días venideros.
En reciente conversación con Riccardo Cascioli, de la Brújula Cotidiana, el Cardenal Gerhard Muller lamentaba, con relación al tiempo de pandemia, el error cometido de “obedecer al Estado y que éste dictara la línea a seguir respecto a los Sacramentos y la Eucaristía. Es la Iglesia la que tiene la responsabilidad exclusiva de la liturgia, el Estado no tiene poder para prohibir la celebración de la Santa Misa. Por supuesto, se puede colaborar con los gobiernos en materia de seguridad, pero no se pueden aceptar limitaciones a la libertad religiosa como ocurrió durante la pandemia en un gran número de países, transformando a la Iglesia en una institución bajo la autoridad del Estado. Una autoridad que se ha convertido en autoritarismo”.
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