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Estaba por morir, fue a Lourdes, pidió a la Virgen por su familia y María le dio un regalo

Lourdes (Martes, 28-08-2018, Gaudium Press) Todos los años cientos de personas llegan al Santuario de Lourdes con el anhelo de recobrar la salud por intercesión de la Virgen María; pero éste no fue el caso de la italiana Emanuela Crestani, una enferma terminal: En el año 2016, pese a lo avanzado de su padecimiento -desde hace 21 años tenía esclerosis múltiple, estaba casi ciega y padecía dolores permanentes-, decide aventurarse en autobús hasta el santuario francés con una única intención: pedirle a Nuestra Señora que cuidase de su familia, ya que le quedaban pocos meses de vida.

Pero María tenía una gracia muy especial para ella…

Todo ocurrió el 3 junio del año 2016 cuando Lella, como llaman con cariño a Emanuela, recorre junto con su familia y algunos amigos 13 horas en autobús desde Piacenza, Italia, hasta Lourdes. El viaje fue duro, por las molestias que le generó, puesto que ya se hallaba en la etapa 9 de la enfermedad, de las 10 antes de morir.

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Ella ya había aceptado en paz su muerte, sólo esperaba el momento en que Dios la llamara consigo, pero Nuestra Señora tenía para ella una gracia especial / Foto: Captura de pantalla YouTube-Teleliberta Piacenza.

Su propósito era más de índole espiritual, ofreciendo sus últimos padecimientos a Nuestra Señora; sabía que su esfuerzo valdría la pena y que la Virgen escucharía sus súplicas: no pedía su curación, pedía un milagro para que los miembros de su familia -su esposo Paolo, y sus hijos Massimiliano y Beatrice- hallaran paz en el corazón. Ella ya había aceptado en paz su muerte, sólo esperaba el momento en que Dios la llamara consigo.

Ya presentada esta intención a la Madre de Dios, unos amigos la llevan a las piscinas del santuario para sumergirla en el agua. Acepta y entra: el agua, pese al frío, la siente cálida, como si un cálido abrazo la envolviese, sintiendo también una paz indescriptible, según relató.

Algo extraño había sucedido: En la noche, cuando ya se encontraba en el hotel, se da cuenta que los dolores, que eran permanentes, habían cesado desde que había salido del agua.

De regreso a Piacenza, tras un examen médico con fecha del 29 de junio de 2016, se confirma su curación milagrosa:

«Los dolores disestésicos con componente térmico han desaparecido tras la inmersión en agua fría, incluso la tos productiva ha desaparecido», indicaba el reporte médico del Doctor Paolo Immovil, el neurólogo que la atendió.

Tiempo después, la Oficina de Observaciones Médicas del Santuario de Fátima hizo público que lo que le ocurrió a Emanuela Crestani, era una gracia.

Lella narra su experiencia en el libro en italiano «Allunga la tua mano. Quando la malattia sconvolge, ma non vince», que traduce «Estira tu mano. Cuando la enfermedad altera, pero no gana», que fue lanzado el pasado mes de julio.

Para ella, como aseguró en una entrevista con el magazine Avvenire, su curación «es un don que la Virgen me ha dado para que pueda seguir siendo testigo de esperanza y alegría».

Con información de Portaluz.

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