Papa hace balance de su viaje al Canadá

Ya en Roma, el Pontífice retomó las audiencias generales de los miércoles.

Foto: Screenshot YouTube Vatican Media

Redacción (03/08/2022 10:26, Gaudium Press) Hoy en la audiencia general, el Papa Francisco hizo un balance de su viaje a Canadá de la semana pasada. Lo describió como “un viaje diferente a los otros”, buscando la cercanía y el perdón de los pueblos originarios de ese país por faltas cometidas por hijos de la Iglesia. Sorprendió que Francisco entró a la sala Pablo VI caminando, y no en silla de ruedas como la gente se está habituando a verlo.

“Caminar juntos”, lema del viaje apostólico, es “un camino de reconciliación y de sanación, que presupone la conciencia histórica, la escucha de los supervivientes, la toma de conciencia y sobre todo la conversión, el cambio de mentalidad”, afirmó.

Fue una peregrinación penitencial desarrollada en tres grandes etapas, en Edmonton, al occidente, en Quebec al oriente y en el norte, en Iqaluit. Esta peregrinación tuvo también tres momentos espirituales, la memoria, la reconciliación, “un dejarse reconciliar por Cristo, que es nuestra paz”, y la sanación, el día de San Joaquín y Santa Ana, en la orilla del lago Santa Ana:

“Todos podemos tomar de Cristo, fuente de agua viva, la Gracia que sana nuestras heridas: a Él, que encarna la cercanía, la compasión y la ternura del Padre, hemos llevado los traumas y las violencias sufridas por los pueblos indígenas de Canadá y del mundo entero; hemos llevado las heridas de todos los pobres y los excluidos de nuestras sociedades; y también las heridas de las comunidades cristianas, que siempre necesitan dejarse resanar por el Señor”.

En estos momentos, no faltaron el silencio y la oración.

El último encuentro que tuvo en Canadá, con la población de los Inuit, entre jóvenes y ancianos, fue un signo de esperanza:

“También en Canadá es un binomio-clave, es un signo de los tiempos: jóvenes y ancianos en diálogo para caminar juntos en la historia entre memoria y profecía. La fortaleza y la acción pacífica de los pueblos indígenas de Canadá sea de ejemplo para todas las poblaciones originarias a no cerrarse, sino a ofrecer su indispensable contribución para una humanidad más fraterna, que sepa amar a la creación y al Creador”.

Con información de Vatican News