miércoles, 29 de enero de 2025
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‘Libera Nos’: El exorcismo, mostrado ahora sí como realmente es

La historia de Libera Nos, comienza en cierto sentido con la historia de su director, que era ateo. Inician presentaciones en Colombia.

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Redacción (27/01/2025, Gaudium Press) El filme Libera Nos, sobre el ministerio del exorcistado, creo que superará las expectativas de todos los espectadores. Entre otras razones porque es una película que, contrario a las parodias que Hollywood produce sobre este importantísimo sacramental, termina siendo portador de mucha esperanza.

La historia de Libera Nos, que tiene el patrocinio de la prestigiosa Asociación Internacional de Exorcistas, se podría decir que comienza con la del propio director, Giovanni Ziberna, que fue ateo, quien regresó a la fe católica, y al que en determinado momento se le pidió que colaborara como auxiliar de un exorcismo, junto a su esposa, la siempre católica Valeria Baldan. Es claro, su experiencia en este sublime pero también duro ministerio, naturalmente fue el estopín para que un día decidiera hacer una película que mostrara lo que en verdad es ese combate directo con el demonio, particularmente en las almas sobre las que satanás ejerce una acción extraordinaria.

Libera Nos, de Goya Producciones, es hecho con estilo de documental; las entrevistas a sacerdotes expertos son numerosas, pero no pierde nunca la tensión de un buen thriller. Sobre todo, de forma amena, realiza una gran labor catequética: recuerda, con ejemplos vivos y testimonios expertos y sensatos, la existencia del enemigo del alma, de todas las almas, que es terrible, poderoso. No obstante, ratifica que Cristo venció sobre él, y que la Iglesia es la continuadora del ministerio victorioso de Cristo, también en su función de expulsar el demonio de los cuerpos, para alcanzar la paz de las almas.

Algunos de los pensamientos-fuerza expresados en el filme sobre los combates de los exorcistas son:

En el Padre Nuestro se habla no de un mal genérico sino de un mal personal, del mal personalizado. ¿En quién? En satanás. La lucha es sobre todo con el maligno.

El demonio no es un género literario; “no, no, no”, dice uno de los sacerdotes entrevistado.

El mero hombre no explica el mal que se ha hecho en la Historia. Por tanto, falta una clave fundamental para entender la historia, si se desconoce la acción de satanás, esa “realidad personal que puede obstaculizar la vida del hombre”.

El Padre Gabriele Amorth, primer presidente y fundador de la Asociación Internacional de Exorcistas, fallecido en el 2016, es uno de los protagonistas del filme Libera Nos: “lo que más quiere el demonio es que no crean en su existencia”, dice el sacerdote, pensamiento que repitió constantemente a lo largo de sus obras.

El demonio “no aceptó ser creatura de Dios sino Creador”. Entonces se desfiguró. Por el contrario, San Miguel triunfó, porque es el que reconduce todo a Dios, expresa quien en su momento fue presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, el P. Matteo De Meo.

—“Así como Dios es amor, el diablo es puro odio”, afirma otro sacerdote. “El diablo odia, odia, se odia a sí mismo, odia a Dios, odia a los otros…”

Su acción ordinaria es tentar, pero está también la extraordinaria.

No se confunde el ministerio sanador de Jesucristo, con su ministerio de expulsión de demonios, aunque con frecuencia se sumen: “Jesús distingue muy bien entre enfermos y poseídos”. “Él hace exorcismos que son diferentes a la sanación de enfermedades”. En sus exorcismos, Jesús no tiene contacto con el enfermo, sino que hay una relación exorcística entre Jesús y el que hace sufrir al enfermo.

—“El mandato público de la Iglesia es el exorcismo”, dice el P. De Meo.

El exorcismo es un sacramental, y como tal, un símbolo. Es importante la buena conciencia que se tenga de ese sacramental, para que se le dé eficacia.

En el exorcismo se usan sacramentales, como el agua bendita, la sal exorcizada: el uso de estos, algo que normalmente ocurre al inicio del exorcismo, es ya una declaración de guerra contra el maligno, que él entiende.

Está prescrito en el ritual el gesto ‘de insuflación’, en el que el sacerdote emite su aliento sobre la persona en la que se ejerce el exorcismo. Este gesto recuerda la acción vivificadora del Espíritu Santo.

El sacerdote exorcista debe ser un hombre de oración, debe ser ayudado por la oración, pues justamente por su ministerio de combate contra un demonio que se ha hecho visible, “recibe tentaciones más allá de lo normal”, dice el P. De Meo. Si el sacerdote no ora, pues estará enfrentando desarmado a un enemigo muy poderoso.

El gran enemigo del exorcista es el enemigo de todo cristiano, el pecado mortal.

Antes del exorcismo se inicia con un discernimiento inicial, incluso tal vez, con una conversación con los familiares.

Hay posesiones que se ocultan bajo el ropaje de trastornos psicológicos. Puede haber patologías psicológicas que el exorcista no conoce, y esos casos pueden ser confusos.

A veces se realizan exorcismos deprecativos con objetivos de diagnóstico.

Por ejemplo, un caso complicado puede ser el de personas que tienen un trastorno psicológico llamado trastorno disociativo de la personalidad, en el que el paciente manifiesta personalidades diversas, algo que se puede confundir con posesión. Pero aún en estos casos, una buena investigación da buenos resultados: una persona que sufre un mero trastorno de este tipo, compondrá sus diversas personalidades con elementos que ha recogido a lo largo de su experiencia de vida. Nunca podría hablar en sánscrito antiguo… cuando cosas de esas ocurren, es indicio claro de posesión.

No existe una magia blanca y una magia negra”, dice el P. De Meo: ambas son pésimas, son negras.

En su acción cotidiana, el maligno busca mostrarse como bueno, como bello. Pero no en el exorcismo, cuando el manifiesta todo su horror.

La fascinación por lo oculto está creciendo entre los jóvenes, afirma un sacerdote entrevistado. Esta es puerta de entrada al demonio.

Hoy hay aplicaciones electrónicas que van haciendo entrar en una lógica espiritista o mágica u ocultista. Son trampas espirituales por donde puede entrar el demonio.

Normalmente a la persona en gracia de Dios, Dios la hace inmune a los maleficios. Pero el pecado puede reforzar el maleficio. Entre tanto, normalmente cuando Dios permite que un maleficio tenga éxito, es para obtener bienes mayores, como por ejemplo el reforzamiento de la piedad en personas que habían olvidado a Dios.

El exorcismo es un momento ocasión de conversión, y en ese sentido el demonio ahí se convierte en un evangelizador, manifestando la victoria de Dios.

El gran combate contra el demonio es el desarrollo de la vida de oración, sacramentos y de unión con Dios.

Uno de los sacerdotes entrevistados dice que no recuerda una película que haya reflejado bien su experiencia como exorcista, y dice que considera que eso vale para todos los exorcistas.

La Madre de los exorcistas es la Bienaventurada Virgen María, la gran enemiga de satanás.

Libera Nos inicia su proyección en Colombia en próximo 30 de enero, en las salas de Cinemark y Royal Films de 29 ciudades del país. (Saúl Castiblanco / Gaudium Press)

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