sábado, 27 de abril de 2024
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“24 horas para el señor”: momento fuerte hacia la Pascua

Las “24 horas para el Señor” es una experiencia muy rica, es un momento oportuno para prepararnos mejor a la Pascua.

24 horas para o Senhor

Redacción (08/03/2024, Gaudium Press) Como viene sucediendo desde hace algunos años, entre la tercera y cuarta semana de Cuaresma tendremos las ‘24 horas para el Señor’ en las Iglesias católicas de todo el mundo. Esta será la undécima edición de las ‘24 horas, instauradas por el Papa Francisco nada más asumir el pontificado en 2013. Este año, se desarrollará desde la tarde del 8 al 9 de marzo, en vísperas del IV Domingo de Cuaresma, Domingo Laetare, es decir, de alegría.

Intenciones de ‘24 horas para el Señor’

En este año 2024, tenemos algunas intenciones especiales para pedirle al Señor, como por ejemplo: el fin de las guerras entre Rusia x Ucrania e Israel x Hamás, pidiendo por la paz mundial, por el fin de la “epidemia” del Covid-19, orando en un especial para la Iglesia que vive el año de oración en preparación al jubileo del próximo año, el jubileo de la Esperanza.

Como bien sabemos, durante toda la Cuaresma estamos invitados a intensificar algunas prácticas espirituales, como: La oración, el ayuno y la caridad. Por eso, las “24 horas para el Señor” son una forma de intensificar nuestra vida de oración y poner en práctica lo que nos pide el tiempo de Cuaresma.

Las parroquias preparan las “24 horas para el Señor” como mejor les parezca, siempre que en realidad sean 24 horas. Normalmente el inicio tiene lugar el viernes por la tarde y se prolonga hasta primeras horas de la tarde del sábado. Durante este período podrá haber: Adoración eucarística, celebración de la Santa Misa, asistencia a confesiones y alabanza. La iniciativa es una manera de prepararse mejor para la Pascua.

Tema: “Caminando en una vida nueva” (Rom 6:4)

El tema elegido por el Papa Francisco y publicado por el Dicasterio para la Evangelización es: “Caminando en una vida nueva” (Rm 6,4). En otras palabras, durante toda la Cuaresma estamos invitados a “morir” al pecado y resucitar a una nueva vida en Pascua. Por eso a lo largo de las ‘24 horas para el Señor’ hay una oportunidad para todos los fieles que deseen hacer la confesión sacramental. Después de la confesión, somos invitados a embarcarnos en una nueva vida y a no pecar más. El apóstol Pablo ya nos dijo a todos que debemos llevar nuestra vida según el Espíritu y no según la carne.

Dios es misericordia, siempre está dispuesto a perdonar nuestras faltas, somos nosotros los que muchas veces nos olvidamos de pedir perdón a Dios. La misericordia de Dios llega a nuestra debilidad y, cuando sentimos el perdón de Dios dentro de nosotros, nos sentimos revitalizados y comenzamos a caminar una nueva vida. La confesión es como una medicina que cura nuestras heridas dejadas por el pecado.

El perdón es un signo de amor

El perdón es señal de amor, Dios nos perdona porque es amor y no quiere ver a ninguno de sus hijos sufrir bajo el yugo del pecado. Dios nos perdona infinitamente, el perdón no tiene límites, como vemos en la parábola del Hijo Pródigo que cuenta Jesús, Dios está siempre con los brazos abiertos esperando nuestro regreso a Él. Por eso, de la misma manera que Dios nos ama y nos perdona, debemos tener la misma actitud hacia quienes nos ofenden y estar abiertos a dar el perdón. Si Dios nos dio la oportunidad de comenzar una nueva vida con el perdón que nos ofrece, nosotros podemos darle la oportunidad a quienes nos ofendieron de comenzar una nueva vida recibiendo nuestro perdón.

Animamos a todos los católicos a abrirse a esta iniciativa, participando en alguna acción de “24 horas para el Señor”. Que podamos elegir un tiempo para la adoración eucarística, la confesión y la participación en la Santa Misa. Las diferentes acciones que se desarrollan a lo largo de las 24 horas se pueden adaptar según las costumbres del lugar de la parroquia.

Si es peligroso para la parroquia permanecer abierta toda la noche, se puede adaptar a partir del mediodía del viernes, terminando alrededor de las 9 p.m., continuando temprano el sábado alrededor de las 8 a.m. y terminando nuevamente alrededor del mediodía. El viernes por la tarde se puede comenzar con la Santa Misa, luego la adoración del Santísimo Sacramento, al final de la tarde el Vía Crucis, seguido de otra Misa, y luego la adoración del Santísimo Sacramento nuevamente hasta las 10 de la noche. El sábado temprano, comenzando con la Santa Misa, seguida de adoración, rezo del rosario y apertura para la confesión, finalizando al mediodía.

Propósito de ‘24 horas para el Señor’

El objetivo de las “24 horas para el Señor” es animar a los fieles a acercarse al sacramento de la reconciliación, ya que los fieles tienen todo este período para buscar el sacramento de la confesión. Este es el centro del mensaje evangélico, la misericordia de Dios, porque, en el momento de la confesión, no encontramos un “juez” que nos juzgue o condene, sino un Padre misericordioso que nos acoge con amor.

Infórmese sobre el programa “24 Horas para el Señor” en su parroquia o en una iglesia cercana a su casa. Si por alguna razón no puede acudir a una iglesia para participar de las 24 horas, sígala por televisión o internet, o incluso cree momentos de oración en casa, por ejemplo: meditar la Palabra de Dios, rezar el rosario y poner su intención: paz en el mundo, fin de la pandemia, por la Iglesia, que todas las familias tengan comida en la mesa. Y tan pronto como sea posible, busque la confesión sacramental.

Las “24 horas para el Señor” es una experiencia muy rica, es un momento oportuno para prepararnos mejor a la Pascua. A lo largo de las “24 horas para el Señor”, experimentemos al Dios misericordioso y experimentemos esta gracia. Que la Virgen María, Madre de los Dolores, nos acompañe y ayude en este camino hacia la Pascua de su Hijo.

Por el Cardenal Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro.

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