martes, 03 de diciembre de 2024
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Así fue la Consagración que hizo España hace 100 años al Sagrado Corazón de Jesús

Getafe (Miércoles, 15-05-2019, Gaudium Press) El próximo 30 de mayo se conmemorarán cien años de la consagración pública que hizo España al Sagrado Corazón de Jesús por voz del entonces monarca Alfonso XIII. El acontecimiento, que marca los festejos del Jubileo del Sagrado Corazón que se celebra en la Diócesis de Getafe desde el 2 de diciembre de 2018 al 24 de noviembre de 2019, se repetirá el próximo 30 de junio cuando en el Cerro de los Ángeles, donde se encuentra el monumento del Sagrado Corazón, se renueve tal consagración.

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Alfonso XIII leyendo el texto de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.

Pero ¿qué fue lo que dijo el rey Alfonso XIII cien años atrás? Compartimos a continuación el texto de la consagración que leyó el soberano español ante el altar del recién inaugurado monumento al Corazón de Cristo, y frente al Santísimo Sacramento devotamente expuesto:

«Corazón de Jesús Sacramentado, Corazón del Dios Hombre, Redentor del Mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan: España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades esta gran patria española, fuerte y constante en el amor a la Religión y en su adhesión a la Monarquía.

Sintiendo la tradición católica de la realeza española y continuando gozosos la historia de su fe y de su devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la tierra a establecer el reino de Dios en la paz de las almas, redimidas por Vuestra Sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa Ley; reconocemos que tenéis por blasón de Vuestra Divinidad conceder participación de Vuestro Poder a los Príncipes de la tierra y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz.

Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia, todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.

Venga, pues, a nosotros tu Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la Ciencia y de las Letras, y en nuestras leyes e instituciones patrias.

Gracias, Señor, por habernos librado misericordiosamente de la común desgracia de la guerra, que tantos pueblos ha desangrado; continuad con nosotros la obra de vuestra amorosa providencia.

Desde estas alturas que para Vos hemos escogido, como símbolo del deseo que nos anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid a los pobres, a los obreros, a los proletarios todos para que en la pacifica armonía de todas las clases sociales, encuentren justicia y caridad que haga más suave su vida, más llevadero su trabajo.

Bendecid al Ejército y a la Marina, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la Nación y defensa del Derecho. Bendecidnos a todos los que aquí reunidos en la cordialidad de unos mismos santos amores de la Religión y de la Patria, queremos consagraros nuestra vida, pidiéndoos como premio de ella el morir en la seguridad de Vuestro Amor y en el regalado seno de Vuestro Corazón Adorable. Así sea».

Con esta consagración el rey español daba así cumplimiento a la promesa que Nuestro Señor hizo al beato jesuita Bernardo de Hoyos en mayo de 1733: «Reinaré en España y con más veneración que en otras partes».

Por su parte el beato, con voz profética, señalaba: «Si se hecha tarde la semilla de esta devoción, no importa. Aunque España comience la última en su carrera, podrá su alentado fervor alcanzar y, por ventura, pasar con favor divino a los primeros (…) Espero que se ha de introducir, qué digo introducir, que se ha de entronizar en España el Corazón adorable de Jesús».

El acto de renovación de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús ocurrirá el 30 de junio próximo. Será un ato nacional que ocurrirá a las 11:30 horas en el monumento del Cerro de los Ángeles de Getafe.

Con información de corazondecristo.org, Foro Real y cerrodelosangeles.es.

 

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