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Tras restauración de "La Anunciación" inauguran en el Museo del Prado exposición sobre Fra Angélico

Madrid (Martes, 28-05-2019, Gaudium Press) «Fra Angélico y los inicios del Renacimiento en Florencia», así se titula la exposición sobre Fray Juan de Fiesole, O.P, conocido como Fra Angélico, que ha sido inaugurada este 28 de mayo en el Museo del Prado de Madrid. La muestra, que se podrá apreciar hasta el 15 de septiembre próximo, tiene lugar tras la restauración de una de las más grandes y bellas obras del beato y artista italiano.

La exposición cuenta con el patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado. En ella se destaca el valor artístico del primer Renacimiento florentino que se dio entre los años 1420 y 1430, teniendo como principal figura al Beato Angélico.

Epicentro de la muestra es la obra de «La Anunciación» del Museo del Prado, que recuperó todo su color y esplendor tras el proceso de restauración que realizó Almudena Sánchez en el Taller de Restauración del propio museo. Justo a esta obra también se destaca «La Virgen de la Granada», que fue incorporada en el año 2016 a la colección del Prado. También están presentes 40 obras más de Fra Angélico.

La exposición, que se puede visitar en las salas C y D del edificio Jerónimos del museo madrileño, es comisariada por Carl Brandon Strehlke, Conservador Emérito del Philadelphia Museum of Arts, quien es experto en las obras del beato italiano y otros maestros del Renacimiento florentino.

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«La Anunciación» de Fra Angélico / Foto: ©Museo Nacional del Prado.

La Anunciación

La obra de «La Anunciación» de Fra Angélico, que data del año 1420, se destaca entre otras del pintor italiano, porque es el primer altar florentino de estilo renacentista en el que se utiliza la perspectiva para organizar el espacio.

La pintura fue elaborada para el Convento de Santo Domingo en Fiésole y muestra la historia de la Salvación: en el fondo Adán y Eva cuando son expulsados del Paraíso; y en primer plano La Anunciación del Ángel Gabriel a María.

El retablo llegó a España en el año 1611. Algunos expertos señalan que ésta fue la primera pintura del Beato Angélico que abandonó Italia.

La Restauración

La restauración de «La Anunciación» ha corrido por cuenta de Almudena Sánchez en el Taller de Restauración del Museo del Prado, contando con la colaboración de Friends of Florence y American Friends of the Prado Museum.

El proceso se centró en el área del dorado de la obra, interviniendo, sobre todo las alas del ángel, su manga dorada, los rayos del sol y una línea de fractura que había afectado a toda la obra.

Gemma García Torres, Restauradora del Museo del Prado, en un video explicativo, cuenta que el proceso de recuperación fue muy complejo, ya que la pintura tenía otras dos restauraciones, una de ellas realizada en los años 40.

Indica que la intervención «ha buscado recuperar todo el original posible», y que el proceso comprendió «una reconstrucción digital de cómo podría ser el ala, dibujando cada pluma y pudiendo conseguir un patrón».

Al respecto, destacó: «Nos dimos cuenta que cada pluma es completamente diferente en forma, en inclinación y en posición».

Sobre Fra Angélico también ha comentado García Torres: «Lo que percibo es que era una persona de una capacidad altísima. El hecho de poder estudiar esto y de poder trabajar, te das cuenta de que es increíble el grado de nivel y de técnica que tiene esta persona».

Fra Angélico

Fra Angélico nació alrededor de año 1390 en Mugello, en la Toscana Italiana. Hacia el año 1418 ingresó al convento de los padres dominicos ubicado en Fiesole donde en el año 1425 se hace fraile, tomando por nombre Giovanni da Fiesole -Juan de Fiesole-.

Fue fraile, pero ante todo artista. Dicen, incluso, que su pincel era guiado por la mano de Dios. De ahí que su santidad y su fama se deben a que supo combinar su vida como dominico y de pintor, destacándose a inicio del Renacimiento por reflejar en sus obras el ideal de la belleza ligado con lo divino y trascendente. Siendo el sello que lo distinguió frente a otros artistas de su tiempo que planteaban otros ideales de belleza.

Con información del Museo del Prado.

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