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Grenoble (Miércoles, 09-10-2019, Gaudium Press) Después de 10 meses, en que un incendio destruyó la iglesia de Santiago, en Grenoble, la noche del 16 al 17 de enero pasado, la investigación llevada adelante por la justicia francesa encontró que el hecho no se de debió a algo accidental, sino que manos criminales fueron las responsables.
Al principio se creyó que el incendio fue debido a una falla electrica en el armazón de la construcción, y esto a pesar de que un grupo anarquista se reivindicó el atentado el 22 de enero.
Entretanto, recientemente se descubrieron restos de combustible, lo que ocasionó que los hechos fueran recalificados como criminales.
El obispo de Grenoble-Vienne, Mons. Guy de Kerimel, denunció «un atentado a la libertad de consciencia, la libertad de culto, a la cualidad de vivir en comunidad». «Este atentado parece inscribirse en una onde de incendios criminales que visan lugares simbólicos en el conjunto de la ciudad de Grenoble», expresó el prelado.
En abril de este año, Gaudium Press destacaba el reportaje de ABC, que informaba que doce iglesias en Francia habían sido viíctimas de vandalismo anticatólico, en un lapso de sólo 7 días. Particularmente horrorizante fue el ataque a la iglesia de San Sulpicio, en París, el 17 de abril, cuando después de la celebración eucarística dominocal del mediodía, el párroco vio a un individuo colocando fuegon en maderas alrededor del templo.
Con información de La Croix
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