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San Pablo – Aparecida (Lunes, 21-10-2019, Gaudium Press) La Asociación Brasileña de Ateos y Agnósticos (Atea) movió una acción en la justicia contra la construcción de una imagen gigante de Nuestra Señora en la ciudad de Aparecida, San Pablo. Según el grupo, fue utilizado presupuesto público para promover la Fe Católica, lo que hiere la laicidad del Estado.
Delante de eso, la jueza Luciene Bela Ferreira Allemand decidió impedir la construcción de la imagen, además de determinar la retirada de cinco monumentos dedicados a la Santa erguidos en 2017 para celebrar los 300 años del encuentro de la imagen de Nuestra Señora Aparecida.
Según la jueza, a pesar del municipio ser «conocido por albergar el Santuario Nacional y poseer un vasto comercio religioso y turístico, que fomenta la economía local (…) no se puede permitir la subvención de una religión específica por el Poder Público, tampoco que las arcas públicas sean utilizadas para construcción de obras religiosas cuando existentes otras destinaciones de suma importancia, en evidente mala utilización de los recursos públicos».
También fue determinada la revocación de las áreas públicas donadas por el entonces prefecto, Ernaldo Marcondes, y el resarcimiento del presupuesto público estatal empeñada en la implantación de los monumentos. Además, se prohibió de forma definitiva el financiamiento por la prefectura de obras referentes a la religión. La prefectura informó que apelará.
Las piezas de la imagen gigante de Nuestra Señora Aparecida, hecha y donada por el artista plástico Gilmar Pinna, están amontonadas a las márgenes de la Autopista Presidente Dutra, que une las capitales San Pablo y Río de Janeiro. La imagen sería mayor que la del Cristo Redentor, en Río de Janeiro.
La ‘Atea’ alega que, delante del principio de laicidad del Estado, la ciudad de Aparecida no podría subsidiar o estimular monumentos relacionados a cualquier manifestación de Fe.
Ya la prefectura del municipio, se defiende diciendo haber utilizado recursos dirigidos exclusivamente para el turismo, que es la principal actividad económica de la ciudad. «De este modo, la inversión aquí cuestionada nada más es que una colaboración de interés público dirigida a valorar el turismo religioso, principal actividad económica de la Ciudad de Aparecida y de su población».
A través de un comunicado de prensa, el prefecto de Aparecida informó que «los monumentos turísticos instalados, así como toda política de desarrollo municipal del turismo, es realizada con amplia discusión y aprobación del Consejo Municipal de Turismo y beneficia a personas de diferentes creencias religiosas, ya que entre comerciantes y hoteleros, hay personas de fe católica, evangélica, espírita, umbandistas y hasta ateos, que ganan su sustento del turismo religioso que es vocación de Aparecida hace siglos». (EPC)
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