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Bogotá (Lunes, 30-11-2009, Gaudium Press) No tardó el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, en autorizar al Cardenal Darío Castrillón -quien forma parte del equipo asesor de su Santidad Benedicto XVI-, para que sea el encargado de negociar la liberación de los rehenes que siguen en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), para que el Purpurado empezara a trabajar por la pronta libertad de los que aún siguen cautivos. El Cardenal Castrillón habló sobre su papel mediador en entrevista con el diario El Tiempo, periódico de mayor circulación en Colombia.
Sobre cuándo se plantea realizar el contacto con las Farc, Mons. Castrillón le señaló al diario que ya «han planteado la posibilidad de tener un encuentro en un sitio donde pueda haber seguridad total». También dijo que confía en la aproximación que Alfonso Cano, jefe de las Farc, quiere realizar con el presidente de Colombia, así como en la voluntad de Álvaro Uribe: «tengo toda la confianza en él. Tiene buena voluntad, está abierto a considerar opciones».
Asimismo, haciendo referencia al lugar que debe ocupar la Iglesia para evitar el derramamiento de sangre, dijo al medio de comunicación que «la Iglesia no puede hacer otra cosa que lo que hizo Jesús, de ofrecer el mensaje, decir: Bienaventurados los pacíficos, decir: ¡Ay, del que derrama la sangre del hermano! (…) más que eso no podemos».
Más adelante, en la misma entrevista, Mons. Castrillón se refirió al acuerdo que Colombia realizó con los Estados Unidos para el uso de bases militares en territorio colombiano: «El país tiene derecho de hacer alianzas que mantengan la dignidad nacional. Eso le da a Colombia repercusiones económicas y prestigio internacional. La Colombia de hoy es muy superior a la de hace unos años».
El Cardenal Castrillón, quien reside desde hace varios años en el Vaticano, regresó a Bogotá para estar al frente de las negociaciones y restablecer los contactos con los líderes de las Farc, especialmente con Alfonso Cano.
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