En la fiesta de la Independencia boliviana, Obispos bolivianos dan un mensaje de aliento y esperanza a los ciudadanos de su país

La Paz (Viernes, 06-08-2010, Gaudium Press) Hoy Bolivia conmemora los 185 años de la Independencia de su país. Con ocasión de esta fecha, los obispos bolivianos hicieron llegar a todos los ciudadanos de su país un mensaje de aliento, solidaridad y esperanza.

«Desde los inicios de la Independencia nacional se ha recorrido mucho camino, con esfuerzos y sacrificios, hacia una patria libre en la que los principios democráticos nos han permitido entendernos, superar momentos de conflicto y avanzar hacia la construcción de un ideal común», señalaron los prelados al comenzar el mensaje.

También, recordaron que la Iglesia ha sido partícipe activa de ese proceso de construcción de país, desde la fe en Jesucristo: «hemos contribuido a superar momentos de confrontación, hemos alzado nuestra voz cuando las injusticias han traído dolor a los más desfavorecidos».

Un llamado a privilegiar a la persona humana

En el mensaje, los obispos también hicieron un llamado -en el contexto de un ambiente de confrontación social- a privilegiar a la persona humana: «El ambiente de tensión y confrontación social que se vive casi constantemente ha hecho que en varias ocasiones se haya violado el respeto a la persona humana y sus derechos fundamentales (…) La primacía de la persona humana y el bien común son los principios básicos que tienen que guiar el accionar público y privado, y están por encima de las ideologías».

Señalaron, además que nada justifica la violación del derecho a la vida, y que el fin, por noble que sea, no justifica los medios. «Si estos son injustos, todo lo que se pueda lograr estará viciado de raíz por la injusticia», agregaron.

Los prelados, finalmente, invitaron a los ciudadanos bolivianos a ver en las fiestas patrias una ocasión propicia para reflexionar sobre la base en la cual se está construyendo el país. «‘Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él’, nos recuerda el apóstol Juan. Estas palabras evangélicas expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino donde quiera que se encuentre y en el momento histórico que le toque vivir», expresaron.

Con información de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB)