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Santiago (Martes, 21-09-2010, GaudiumPress) La mañana del sábado 18, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, llegó hasta la Catedral Metropolitana para participar del tradicional Te Deum de Fiestas Patrias. Este solemne acto de acción de gracias a Dios fue encabezado por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, en compañía de varios obispos, vicarios y sacerdotes de la arquidiócesis.
A la celebración, además de los ex Presidentes de la República Michelle Bachelet, Ricardo Lagos y Patricio Aylwin, se encontraban presentes el Presidente del Senado, Jorge Pizarro; la Presidenta de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepúlveda, y el Presidente de la Corte Suprema, Milton Juica; entre muchas otras autoridades civiles y militares.
Atendiendo a la índole ecuménica que desde 1971 reviste esta solemnidad, luego del saludo inicial a los presentes por parte del Cardenal Errázuriz, una representante de la Iglesia luterana leyó la lectura de la carta de San Pablo a Tito, y el evangelio fue cantado por el Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Antioquia.
«Te alabamos a ti, Señor de la historia, y Padre de todos los pueblos»
En su homilía, el Cardenal Errázuriz rememoró los acontecimientos que permitieron la independencia nacional y destacó el aporte cultural de las etnias, de los españoles y de los migrantes a la construcción de la identidad nacional. Luego encomendó a todos los presentes orar en forma especial por los 33 mineros atrapados en la mina San José, en el norte de Chile, y por el éxito de las labores de rescate.
Asimismo el prelado dirigió unas palabras a los 34 comuneros mapuches que desde hace dos meses sostienen una prolongada huelga de hambre, invitándolos a deponer su ayuno y a restablecer las confianzas que permitan un diálogo eficaz. «Nos preocupa profundamente la huelga de hambre de nuestros hermanos mapuches, que puede dejar en ellos daños irreparables. De corazón les pedimos a ellos y a las autoridades restablecer las confianzas imprescindibles para que cese la huelga de hambre y se instaure un diálogo generoso y visionario», manifestó.
Al finalizar su intervención el Arzobispo de Santiago entregó un ejemplar del Evangelio de Chile -libro donde miles de fieles transcribieron a mano versículos de los cuatro evangelistas- al Presidente de la República como un regalo de la Iglesia chilena al Bicentenario patrio.
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