Priora de Congregación en Yaundé resalta que la visita del Papa debe traer esperanza al pueblo de Camerún

Yaundé (Lunes,16-o3-2009, Gaudium Press) A pesar de las dificultades sociales vividas por el pueblo de Yaundé (Capital de Camerún), la Hermana Tania Regina Alves de Lima, Priora de la Congregación de las Hermanas Dominicanas de la beata Imelda en la ciudad, afirma que le pueblo tiene mucha fe y esperanza con la tan esperada visita del papa.

“Aquí  falta mucho trabajo, el pueblo no tiene muchas oportunidades; hay mucho comercio ambulante, vendedores de calle, salarios muy bajos y atrasados. La diferencia entre la clase rica y la pobre es muy grande. No existe clase media”, afirma la Hermana Tania, que ejemplifica diciendo que al momento de alquilar una casa “pequeños apartamentos con un solo cuarto cuestan 15 mil francos mensuales mientras una persona gana 30 mil al mes”.

Si falta el apoyo del gobierno, la fe del pueblo lo ayuda a mantenerse aunque la consistencia no sea muy fuerte. “Las gentes de Camerún tienen mucha fe, pero es una fe sin mucha raíces porque apenas son ciento y poco de años de evangelización y en cambio nosotros (brasileros) tenemos ya más de 500 años. Pero se trata de un pueblo que reza bastante, participa intensamente de las misas, todo mundo canta y todo mundo reza”, afirma la religiosa. Por una diferencia cultural las gentes de Camerún no hacen procesiones en la misma intensidad que lo hacen los brasileros, pero hacen muchas peregrinaciones. “No existen muchas procesiones pero sí muchas peregrinaciones aunque fuimos colonizados por los portugueses que le dan mayor importancia a las procesiones, mientas que los ingleses y franceses no”, señala la Hermana Tania. Pero la venida de Benedicto XVI a Camerún junto con obispos de otros países deberá reforzar todavía más la comunidad cristiana existente en el país, que no fue escogido al acaso, de acuerdo con lo que dice la religiosa. “Camerún fue escogido para este momento de la entrega del documento de preparación para el Sínodo de Obispos, porque es un país de paz, donde no hay guerra como en los países vecinos, y es también un país donde se habla ingles y francés”.

Según la Hermana, la visita va a bendecir al pueblo que inclusive ya siente esa bendición. “Por lo que veo y siento del pueblo es un tiempo de bendición, de gratitud para con Dios por la visita de un gran Pastor que trae mucha esperanza al pueblo, esperanza de reconciliación y de paz”.