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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 25-01-2012, Gaudium Press) Con el objetivo de fortalecer aún más la misión de la Iglesia en América Latina, el Papa Benedicto XVI visitará México y Cuba entre el 23 y 28 de marzo próximo. Para comentar al respecto de la importancia de este viaje a estos dos países, la Santa Sede, a través del Centro Televisivo Vaticano (CTV), entrevistó al secretario de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), Guzmán Carriquiry. Entre otras afirmaciones, el secretario dijo que «la misión de la Iglesia en América Latina es fundamental para regenerar, reforzar entre los latinoamericanos la filiación y la fraternidad en la vida de nuestros pueblos».
Inicialmente, hablando sobre la próxima visita de Benedicto XVI a México, el secretario afirmó que será muy simbólica y significativa la misa que será presidida por el Santo Padre el día 24 de marzo, en el Parque Bicentenario, en la ciudad de Silao. Esto porque será la primera ceremonia religiosa con participación del Santo Padre en un país latinoamericano después de la celebración eucarística presidida por él el día 12 diciembre, en el Vaticano, en la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en conmemoración al bicentenario de independencia de algunos países de América Latina.
Para Carriquiry, la misa del día 24, que culminará en un encuentro del Papa con todos los obispos latinoamericanos, ofrecerá al Papa «la preciosa ocasión para dirigirse explícitamente a todos los pueblos de América Latina, a toda la Iglesia de América Latina». Una América Latina, que según él, a pesar de emergente debe enfrentar graves desafíos en los próximos años, tales como «la defensa de una cultura de la vida, la defensa y la promoción de la verdad y de la belleza del matrimonio y la familia, la superación del déficit educativo y la lucha por una mayor igualdad social».
Aún sobre México, el secretario afirmó que en su visita el Pontífice será portador de un mensaje de paz y reconciliación, de justicia y esperanza en un país marcado por la violencia, pobreza y fuertes polarizaciones políticas e ideológicas. «Creo que el Papa llevará en consideración que México es una encrucijada estratégica que mira hacia el Norte – Estados Unidos y Canadá -a través de flujos comerciales y migratorios- y al Sur -América Central y del Sur- pueblos con los cuales comparte un substrato histórico, cultural y religioso», complementó, destacando que lo que sucederá en México futuramente «tendrá una repercusión fundamental en todo el continente americano».
En relación al viaje del Papa a Cuba, Carriquiry resaltó el carácter conmemorativo de la visita, ya que ella ocurrirá en pleno año jubilar mariano, cuando la Iglesia del país festeja los 400 años del descubrimiento de la Virgen de Cobre. Para Carriquiry, la presencia de Nuestra Señora es muy importante en todos los lugares donde la presencia institucional de la Iglesia es débil o ausente. «La nueva evangelización en América Latina o será mariana o no existirá: sin María, el Cristianismo se vuelve abstracción, un discurso ideológico frío; ella es la compañera materna que nos ayuda a tornarnos hijos y hermanos, más allá de las enemistades y las divisiones existentes en nuestras naciones», concluyó.
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