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Roma (Martes, 04-12-2012, Gaudium Press) Emotivas palabras dirigió Benedicto XVI a las directivas y seminaristas del Colegio Inglés en Roma, quienes fueron recibidos en la Sala Clementina vaticana el lunes pasado. El Colegio Inglés cumple 650 años de fundación y este hecho también fue resaltado por el Santo Padre.
«Las personas que realmente encontraron a Cristo -afirmó el Papa- no pueden quedar en silencio en relación a Él. San Bonifacio, San Agustín de Canterbury, San Francisco Javier, cuya fiesta celebramos hoy, y muchos otros santos misioneros nos muestran como un amor profundo por el Señor despierta el deseo de llevar a los otros a conocerlo». «Bastan pocas personas con una fe sólida para difundir el Evangelio en el mundo», resaltó el Pontífice.
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| Representación de San Agustín de Canterbury |
Como ejemplo de la eficacia misionera de un ardoroso discípulo de Cristo, el Papa puso de presente la figura de San Agustín de Canterbury, quien fue enviado por San Gregorio Magno a evangelizar ‘Britania’ en el 597. Ese ejemplo de misión fogosa y eficaz fue también asumido por la tradición del Colegio Inglés: «Los frutos de esa acción misionera son más que evidentes en los seiscientos cincuenta años de historia de fe y martirio que distinguen al Hospicio Inglés de Santo Tomás Becket y al Venerable Colegio Inglés que surgió de él», dijo el Papa.
Los actuales miembros del Colegio Inglés deben nutrirse de los grandes testimonios de la evangelización británica, entre ellos también el del primer mártir de ese Colegio, San Ralph Sherwin. «Ustedes son llamados a imitar su amor por el Señor y su celo para tornarlo conocido. Confíen las consecuencias y los frutos al Señor. La primera tarea es que ustedes conozcan a Cristo y el seminario ofrece una ocasión privilegiada para eso», señaló el Papa.
«Dejen que la fascinación de Jesús los capture comunicándose con Él a través de la oración en que el corazón habla al corazón» – dijo el Papa citando al Beato John Henry Newman.
A los seminaristas, que son «los hombres que Dios ha elegido para difundir hoy el mensaje del Evangelio en Inglaterra y Gales, en Canadá y en los países escandinavos», el Papa recordó la gran hambre espiritual que pudo constatar en su visita apostólica al Reino Unido en septiembre de 2010.
Inglaterra es también un país que requiere de una nueva evangelización, y es en ese contexto que la labor de un misionero del Colegio Inglés adquiere particular importancia. Entretanto, «como un pequeño fuego puede incendiar un bosque, así el testimonio fiel de algunos puede esparcir la fuerza purificadora y trasformadora del amor de Dios en una comunidad o nación», finalizó el Papa.
Con información de Radio Vaticano
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