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Bogotá (Miércoles, 30-04-2014, Gaudium Press) Algunas iglesias católicas, celebran este primero de mayo el día del trabajo con una Eucaristía en honor a San José Obrero. En Bogotá, Colombia, y junto a la Conferencia Episcopal se extiende una invitación para dicha conmemoración.
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| San José Obrero en Eremo de San Bento, SP, Brasil / Foto: Timothy Ring |
La liturgia será presidida por Mons. Francisco Antonio Niño Súa, en la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves en el centro de la ciudad. La Arquidiócesis de Bogotá busca recordar al «padre adoptivo» de Jesús. San José, un auténtico obrero de siglos pasados; un símbolo de la aplicación, de los derechos y los deberes del trabajo.
El día 1º de mayo de 1955, el papa Pío XII, instituyó la fiesta de San José Obrero, manifestando el papel del trabajo como un «Don de Dios» y la del trabajador como una «Imagen de Dios». «El Santo silencioso» es como se conoce en la Iglesia Católica a San José «patrono» del trabajo.
«Vosotros, los hijos del trabajo, que durante siglos habéis sido los esclavos de la labor, buscad a aquel que declara que la vida es sagrada, que el obrero es libre de las cadenas que la primacía del materialismo y del egoísmo económico han soldado no sólo en torno de los puños de los trabajadores, sino en torno de su corazón y de su espíritu», expresó Pablo VI durante su papado en el día del trabajador.
José, es concebido como un hombre de humildad y filial compromiso con la misión encomendada por Dios. «Buscad un principio, una razón que haga a los hombres iguales, solidarios entre sí, y que les devuelva la fraternidad. Y ello no en el odio contra otros hombres… Ya que todos viven en una comunidad natural, que traten de formar una sociedad humana y que sientan la grandeza de ser un pueblo», concluyó Pablo VI.
Con información de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), EWTN noticias y Catholic.net.
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