Cardenal Cipriani invitó a reconocer la trascendencia del "genio femenino"

Lima (Lunes, 12-05-2014, Gaudium Press) Al regreso de las canonizaciones de Juan Pablo II y Juan XXIII, el Cardenal Arzobispo de Lima, Mons. Juan Luis Cipriani Thorne, habló sobre diversos temas en el programa radial Diálogo de Fe, el pasado sábado, víspera de la fiesta del Buen Pastor y del «día de las madres».

«Quiero saludar con la emoción del cariño y de la amistad del Papa Francisco hacia todos los peruanos. Le entregué al Santo Padre un cuadro de Santa Rosa que me habían dado unos sacerdotes que estaban en la canonización. Tengo que decirles que el Papa les envía su bendición, su cariño y afecto y pide que recen por él», expresó el purpurado, quien trasmitió por las ondas radiales la emoción que le produjo la cercanía con el Vicario de Cristo.

Foto: Arquidiócesis de Lima

Sobre la fiesta del día siguiente, que conmemoraba a las madres, el Cardenal Cipriani invitó a todos a reconocer la trascendencia del «genio femenino» en los tiempos actuales.

«En este día tan bonito piensen un poquito, ese amar, ese darse a los demás no es una tragedia, necesitamos a las mujeres con esa ternura y ese cariño. De alguna manera podemos decir que la mujer representa un valor muy especial como persona humana, con el hecho de su feminidad, la complementariedad en los planes de Dios», señaló.

«A veces el mundo de hoy quiere poner al hombre en contra de la mujer, es una pena. Pero en el Día de la Madre celebramos la presencia de la mujer en el plan de Dios. No quitemos del mundo esa ternura, esa fortaleza, esa valentía y esa agudeza del genio femenino. Esa tarea de la mujer madre hay que repetirla en voz alta. ¡Benditas las madres que trajeron la vida al mundo!», prosiguió.

Finalmente expresó que la mujer madres es verdaderamente el alma de la familia.

«Si la humanidad pierde la sensibilidad de reconocer la grandeza de ser mujer, pierde un gran tesoro. Es momento que ese genio de la mujer, que la dignidad de la mujer madre evidentemente tenga una proyección en la familia. Mamás, ustedes son el alma de la familia. Ojalá que los hijos y nietos levanten el teléfono y llamen a la mamá», culminó.