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San Pablo (Lunes, 30-03-2015, Gaudium Press) La Campaña de la Fraternidad de este año aborda con los fieles de todos los rincones del Brasil el tema «Fraternidad: Iglesia y Sociedad», reflexionando igualmente aspectos fundamentales referentes al Concilio Vaticano II, que este año celebra sus 50 años.
En su más reciente artículo, el Cardenal Arzobispo de San Pablo, Brasil, Mons. Odilo Pedro Scherer, se explayó sobre el concepto de fraternidad.
«La Iglesia reconoce que en el mundo de la naturaleza hay una lógica interna, que posee un sentido positivo, conferido por Dios Creador; y el propio hombre, organizando su convivencia, es también capaz de realizar la buena obra, incluso sin que eso dependa de un direccionamiento religioso. La vida social precisa ser ordenada rectamente, no por causa de la religión, sino por causa de los valores del bien y de la justicia, para los cuales deben estar ordenadas toda la vida y acción humanas», escribió.
El Cardenal Scherer afirmó que la Iglesia «es testigo del Evangelio del Reino de Dios y tiene una contribución importante a dar a la convivencia social y a toda actividad humana», una vez que «ayuda a la sociedad a encontrar más fácilmente los caminos de la rectitud, la justicia y la realización de la obra buena».
«En una palabra, la Iglesia indica la verdadera fraternidad, como forma de convivencia en la gran familia humana».
La Iglesia, prosiguió, apunta a Nuestro Señor Jesucristo, «camino, verdad y vida», invita a seguir sus pasos, indicando el Reino de Dios como «el gran bien para el hombre, a partir del cual se juzgan toda decisión y acción humanas y todos los valores terrenos», pues por medio de su antropología, «ella ayuda a comprender el valor y la dignidad de cada persona, que debe estar en el centro de toda organización social, política y económica».
«Con la Campaña de la Fraternidad [ndr. campaña de ayuda social impulsada por el episcopado brasileño], la Iglesia en Brasil indica un valor fundamental para la convivencia social: la fraternidad, expresión concreta del amor al prójimo. La Iglesia ayuda a la sociedad a orientarse por la fraternidad, buscando la justicia, el respeto a la persona y la solidaridad», resaltó.
A través de sus miembros, el Cardenal de San Pablo recuerda que la Iglesia, que posee como miembros ciudadanos del mundo, se hace presente y actuante en todas partes, haciendo presencia en la sociedad y los demás niveles de las relaciones sociales. «Es grande el campo de actuación y testimonio cristiano de los laicos», completó.
«La Campaña de la Fraternidad concluye en el Domingo de Ramos; pero los temas por ella puestos y sus reflexiones, así como iniciativas suscitadas por ella, continúan a lo largo del año entero. No está por demás recordar que el gran documento del Concilio, que trata de las relaciones Iglesia-sociedad, es la Constitución Pastoral ‘Gaudium et Spes’, cuya lectura y estudio son muy útiles y recomendados», reforzó. (LMI)
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