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Washington (Martes, 26-05-2015, Gaudium Press) Un Capellán del Ejército de Estados Unidos, P. William Kneemiller, está promoviendo de forma una llamativa el rezo del Santo Rosario: el Proyecto del Santo Rosario Militar de Tierra Santa. La idea ha sido bien recibida por otros capellanes militares y se ha extendido a los civiles, quienes se unen espiritualmente a los militares en su oración y trabajo en búsqueda de la paz y la seguridad de los pueblos.
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| El Rosario Militar de Tierra Santa. |
Los visitantes de los Santos Lugares frecuentemente llevan a sus lugares de origen camándulas elaboradas en Tierra Santa, y la campaña del Padre Kneemiller no es la excepción. Sin embargo, los rosarios de Tierra Santa de esta campaña son elaborados en materiales militares de alta resistencia como son los hilos empleados en la elaboración de paracaídas.
Los objetivos de la iniciativa son claros: «Uno es dar estos Rosarios a los capellanes militares para que los miembros del ejército tengan una pieza de Tierra Santa, especialmente quienes están en línea de combate», explicó el sacerdote a National Catholic Register. El segundo es vincular a las familias a la oración por la paz. «Si no tenemos conversión del corazón y oración del corazón no vamos a tener ningún cambio real y sustantivo». El sacerdote afirmó que su proyecto es una continuación del conocido Apostolado del Rosario en Familia del P. Patrick Peyton.
Mientras que el Rosario es construido con materiales militares, la Cruz es elaborada en Tierra Santa con madera de olivo, tallada a mano por creyentes en la ciudad de Belén. Esta fuente de empleo contribuye al sostenimiento de la comunidad cristiana local y los excedentes que deja la venta de las camándulas apoyan labores de asistencia a los más necesitados en Haití.
«Espiritualmente está protegiendo a nuestros soldados y ayudando financieramente a nuestras familias», comentó a NCRegister Ghassan Al Sahouri, diseñador del crucifijo, «y está enviando un mensaje de paz desde la tierra de la paz de Cristo a todas las naciones». Los materiales de Tierra Santa se suman a los aportados en Estados Unidos y enviados a Haití, donde los Rosarios son elaborados por 300 personas de escasos recursos.
El Padre Kneemiller se alegra de que su iniciativa esté teniendo muy buena acogida entre los militares y los civiles, ya que de esta forma se incentiva la devoción a la Madre de Dios. «Típicamente en una parroquia en el ejército, cuando menciono que tengo rosarios extra, un 70 u 80 por ciento de las personas los quieren. El interés en el rosario militar es muy pronunciado», declaró. «Es lo que necesitamos y es lo que deseamos».
Con información de National Catholic Register.
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