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Ciudad del Vaticano (Martes, 27-10-2015, Gaudium Press) El Papa Francisco envió un telegrama con su condolencia con motivo de la muerte del Cardenal Ján Chryzostom Korec, Obispo emérito de Nitra, Eslovaquia, quien falleció el pasado sábado 24 de octubre a la edad de 91 años. El purpurado es recordado por su heroico testimonio al haber enfrentado la persecución del régimen comunista de la Unión Soviética y haber padecido durante 27 años una pena de prisión a causa de su fidelidad al Evangelio.
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| Cardenal Ján Chryzostom Korec, Obispo emérito de Nitra, Eslovaquia. Foto: Obispado de Nitra. |
El Pontífice describió al Cardenal como «un celoso y generoso pastor, quien durante su largo ministerio eclesial mostró ser un testigo sin miedo del Evangelio y un defensor firme de la fe cristiana y los derechos de la persona humana». El Santo Padre destacó la prisión del Cardenal durante el régimen soviético y afirmó que «nunca fue intimidado», sino que por el contrario dio «un ejemplo luminoso de fuerza y confianza en la Divina Providencia, así como de fidelidad a la Sede de Pedro».
El Card. Korec ingresó a la Compañía de Jesús el 15 de septiembre de 1939, pero tuvo que enfrentar la persecución a las organizaciones de la iglesia desde 1949, año en que el régimen comunista llegó al poder en Checoslovaquia. En 1950, cuando fue ordenado sacerdote, los Obispos fueron puestos en prisión o arresto domiciliario y más de 3.000 sacerdotes diocesanos fueron encarcelados. 10 seminarios diocesanos fueron cerrados y numerosos religiosos y religiosas fueron deportados de Checoslovaquia. A causa de los limitados recursos y las pocas personas disponibles, el joven sacerdote fue hecho Obispo sólo un año después de su ordenación sacerdotal en una ceremonia secreta que lo convirtió en el prelado más joven del mundo a la edad de 27 años.
Su ministerio episcopal tuvo que ser desarrollado de manera clandestina, inicialmente trabajando durante nueve años consecutivos en una fábrica. En 1960 fue arrestado y durante 12 años celebró la Eucaristía en prisión durante todos los días. En una etapa posterior de su presidio, fue aislado de los demás prisioneros para evitar su apostolado en el lugar, pero mantenía una disciplina de oración en la que asimilaba a su prisión a la práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Dedicó su tiempo en prisión a la oración, el canto y el estudio de la filosofía y la teología según la recordaba desde sus estudios de universidad.
En 1968 fue liberado en medio de una amnistía general, tras la cual tuvo que trabajar como barrendero y como operario en una fábrica. Sin embargo, su «rehabilitación» fue anulada en 1969, y el Obispo fue puesto preso para culminar el resto de su sentencia, siendo liberado más adelante por su debilidad de salud, y teniendo aún que trabajar como obrero hasta la edad de 60 años.
El 6 de febrero de 1990, San Juan Pablo II lo nombró como Obispo de Nitra, y en 1991 lo creó cardenal. En el año de 1998, el Pontífice le comisionó la predicación de los ejercicios espirituales de cuaresma para la Curia Romana en el Vaticano, y ejerció como Obispo de Nitra hasta 2005, cuando se retiró a la edad de 81 años. En este lugar residió hasta el momento de su fallecimiento.
Con información de Radio Vaticano y Catholic Culture.
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