miércoles, 24 de abril de 2024
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Hoy celebramos al gran San Antonio de Padua, taumaturgo, martillo contra la herejía

Nace en el seno de una abastada familia. Ingresa a los agustinos, pero después de ver los cuerpos martirizados en Marruecos de unos franciscanos , ingresa a esa comunidad.

san antonio

Redacción (13/06/2020 08:31, Gaudium Press) San Antonio de Padua, ¡qué gran santo! En realidad todos los santos son grandes, son los verdaderamente grandes de entre los hombres, y así lo es San Antonio, con sus varias y maravillosas particularidades.

Es también uno de los bienaventurados cuya devoción ha sido deformada por cierta piedad sentimental. Quiera Dios que el conocer hechos de su vida, nos permita honrarlo como verdaderamente merece.

Nace rico; pero escoge la pobreza y la vida religiosa

Nace en Lisboa, alrededor de 1195, en el seno de una abastada familia. Ingresa a los agustinos, pero después de ver los cuerpos martirizados en Marruecos de unos franciscanos, los primeros mártires de esa comunidad, se dijo que quería entregar su sangre y seguir esa vía, por lo que fue recibido en la Orden de San Francisco. Allí cambió su nombre de pila de Fernando por el de Antonio.

Pero ya franciscano y enviado a Marruecos, sufrió allá de hidropesía (acumulación anormal de líquido) por lo que tuvo que regresar a Europa, aún cuando esta vez las condiciones meteorológicas lo llevaron a Italia, más exactamente a Sicilia. Era pues, lo que Dios quería, y así quiso el Señor manifestar su voluntad, que era diferente de la del martirio para este santo. Dios es nuestro dueño y debemos acatar sus órdenes, que Él se encarga de manifestar de muchas maneras.

En Italia, asistió al primer Capítulo General de la Orden, donde conoció al gran San Francisco, que lo llamaba “mi obispo”.

Cocinero. Gran predicador

Destinado a la provincia romana de Romaña en el norte de Italia, allí llevaba vida de ermitaño; pero también fue cocinero, con toda tranquilidad y humildad, él, que cuando tenía sólo quince años era uno de los mayores conocedores de la Escritura de su tiempo. Pero no tardó mucho en que los superiores percibieran sus dones naturales y sobrenaturales superiores, y lo lanzaron a la predicación, no sólo en Italia sino también en Francia. Del 1221 al 1223 recorre la Romaña, y allí no solo expone la doctrina de Cristo y su Iglesia, sino que combate contra herejes cátaros y patarinos, con gran éxito, tanto que se decía que le tenían pánico los herejes a las discusiones con el Santo de Padua.

Dada su ciencia, San Francisco de Asís quiso que el doctor de su comunidad no solo fuese docto sino también santo, y lo nombra primer lector o profesor de Teología de la naciente Orden franciscana, destinándolo a Bolonia.

Pero esta etapa de profesor de San Antonio fue breve, pues atendiendo el llamado del Papa Honorio se traslada a Montpellier, para combatir la herejía de los valdenses. Allí predicaba, polemizaba y también realizó la labor de profesor de Teología, esto no solo en Montpellier sino en todo el sur de Francia.

Dígase aquí, que no era sólo la luz de su ciencia la que alcanzaba los logros, sino que en hechos comprobados muchas veces realizó verdaderos milagros, lo que aureoleaba también su persona con el prestigio del taumaturgo.

Vuelve a Romaña

En el año de 1227 se traslada nuevamente a Romaña, pues había sido elegido ministro provincial.

Pero ya sus fuerzas naturales comenzaban a disminuir, y por ello se le destina al convento de Arcella, en la vecinanza de Padua y de donde también salía a predicar adonde lo mandaran.

Muere en el 1231. Murió por tanto muy jóven, a los 36 años. Fue canonizado al año siguiente: tal era lo evidente de su virtud.

No había muerto en Padua. Cuando sus restos se trasladan a esta ciudad, 32 años después de su muerte, las gentes se dan cuenta que su lengua permanecía intacta: milagro con el que Dios quería confirmar que por su habla hablaba Él mismo.

La gran cantidad de favores que la Providencia ha concedido por su intercesión, hace que sea llamado “santo universal”. Es también doctor de la Iglesia.

Con información de Catholic.net

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