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Ciudad Quesada (Miércoles, 01-11-2017, Gaudium Press) El Obispo de Ciudad Quesada, Costa Rica, Mons. José Manuel Garita, emitió un mensaje a los fieles con motivo de la marcha cívica en favor de la vida y la familia celebrada en su Diócesis el pasado 29 de octubre en unidad con la próxima Caminata por la Vida y la Familia organizada por la Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal de Costa Rica para el día 03 de septiembre. El prelado recordó la doctrina de la Iglesia sobre la familia y la sacralidad de la vida e insistió sobre el respeto de la voluntad de los padres de familia sobre la educación de los hijos.
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«Para la Iglesia Católica nada hay verdaderamente humano que le resulte ajeno o indiferente», indicó el Obispo tras citar el texto del Génesis sobre la creación del hombre y la mujer y la institución natural del matrimonio, según reportó InfoCatólica. «Y nada está más en la entraña y el corazón de nuestra preocupación eclesial que el trío de temas que hoy nos ocupan en esta marcha cívica, esto es, la vida, la familia y la educación integral de las nuevas generaciones».
Sobre el respeto al derecho a la vida, Mons. Garita recordó que este derecho es «de todos y sin distinción alguna» e incluye «la vida desde la concepción hasta la muerte natural, pues es sagrada e inviolable». El prelado hizo un llamado al trabajo del estado y del conjunto de la sociedad por una auténtica promoción del bien común, «a partir del reconocimiento individual de la dignidad de cada persona».
El Obispo comentó el extraordinario valor de la familia y la necesidad de fomentar «una familia fuerte y con lazos sólidos y en armonía, con un vínculo estrecho a Dios que también es familia como nos lo muestra la Revelación». De igual modo animó a las familias a vigilar atentamente sus derechos y reclamar su respeto y comprometerse en su carácter de iglesia doméstica, «que comprenda la importancia de la fe en su seno, de una educación que los padres deben poder escoger y direccionar según sus criterios éticos y espirituales» y que «sepa acoger, defender y promover la vida».
» Dado que los padres tienen derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos , pues ellos les han transmitido el don de la vida y son, por tanto, sus primeros y principales educadores», agregó el prelado, «deseo también reafirmar, en esta oportunidad, el derecho-deber que los padres de familia poseen para elegir, discernir y decidir en torno a los contenidos educativos que sus hijos reciben en el centro educativo que han elegido, en función de que se les brinde una educación integral y no en contradicción con las convicciones religiosas y filosóficas que posean y vivan en la familia».
El prelado recordó el deber de la Iglesia del cuidado y promoción el ser humano y de orientar a las personas para que vivan su vida «con plenitud y gozo» y aclaró que la participación de la Iglesia en el debate social sobre la vida y la familia tiene como base la verdad y no «espíritu alguno de ataque o discriminación», el cual «tampoco cupo ni cabrá jamás en el Corazón de Cristo, rostro misericordioso del Padre».
Con información de InfoCatólica.
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