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Santiago de Compostela (Martes, 07-11-2017, Gaudium Press) Con el objeto de ahondar en la experiencia de la peregrinación como lugar de encuentro entre diferentes realidades se ha celebrado en Santiago de Compostela una edición más, la quinta, del Congreso Internacional de Acogida Cristiana en los Caminos. El evento, organizado por el Cabildo de la Catedral de Santiago, ocurrió del 3 al 5 de noviembre bajo el lema «El Camino de Santiago: nuevo atrio de los gentiles».
La apertura del Congreso estuvo a cargo de Mons. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago, quien señaló que el Camino de Santiago desde sus inicios se convirtió en un fenómeno que configuró el modo de ser de gran parte de Europa, siendo al mismo tiempo un camino de fe y un camino de cultura.
«A Santiago de Compostela hay que comprenderla en una milenaria tradición como meta mundial de peregrinación ‘ad limina beati Jacobi’. Desde el siglo IX y a lo largo del tiempo se fue formando una estructura única alrededor de la tumba del Apóstol, que estaba tanto al servicio del forastero, turista o peregrino como de las instituciones que representaron, promovieron y administraron la ciudad y el culto», expuso el prelado, quien además indicó que en la actualidad el Camino «siegue siendo una llamada a recuperar el contenido esencial de la antropología católica».
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| La apertura del Congreso estuvo a cargo de Mons. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago / Foto: Catedral de Santiago. |
El Arzobispo, haciendo eco a palabras pronunciadas por San Juan Pablo II, habla de a contribución de la peregrinación jacobea a la integridad y unidad del continente: «Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de la ‘memoria’ de Santiago, en los mismos siglos en los que ella se edificaba como continente homogéneo y unido espiritualmente».
En este sentido, explicó que el alma de Europa y su identidad «están profundamente enraizadas en el cristianismo», por lo cual «el peregrino contribuye eficazmente a la construcción del a Europa que tiene una referencia espiritual con sus principios morales y sociales, su cultura, su artes y su sensibilidad, es decir, la que tiene sus raíces en la tradición cristiana que la articuló profundamente en cada una de sus fibras».
Mons. Barrio dijo también que «no es de extrañar que la ruta jacobea haya sido considerada como realidad donde la fe, haciéndose historia en los hombres, convierte asimismo en cristiana la cultura». Pero señaló que se hace necesario «que la cultura se refiera a Dios, pues ‘no se puede poseer una verdadera cultura humana sin referencia a Dios».
Apuntó, además, que en medio del laicismo, el relativismo, del mundo globalizado, «las personas buscan echar raíces en el suelo firme y estable de lo sagrado», ya que «cuanto más rápidamente camina la humanidad, tanto mayor es la necesidad que siente de unos cimiento firmes».
«Parece que los lugares de peregrinación, y en especial el de Santiago de Compostela, responden a esta profunda necesidad antropológica», añadió.
Al concluir su intervención, el prelado aseguró que la Iglesia Particular de Santiago de Compostela quiere salir al encuentro de creyentes y no creyentes y «seguir siendo compañera de viaje para la humanidad; también para nuestra propia humanidad, a veces dolorida y abandonada a causa de tantas infidelidades, y siempre menesterosa de ser guiada hacia la salvación en medio de la densa niebla que se cierne ante ella, cuando se vuelve lánguida la conciencia de la común vocación cristiana, incluso entre los mismos fieles», repitiendo algunas de las palabras que San Juan Pablo II pronunció en 1989 cuando visitó Santiago de Compostela con motivo de la IV Jornada Mundial de la Juventud.
El Congreso se desarrolló a través de varias ponencias, paneles de experiencias, oración y la celebración Eucarística.
«Los Papas y el Camino de Santiago», «Pautas para el diálogo pastoral en el Camino», «El arte como espacio cultural evangelizador», y «El acompañamiento espiritual, camino para ordenar la propia vida», fueron algunos de los temas abordados.
Con información de la Archidiócesis de Santiago de Compostela.
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