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Ciudad del Vaticano (Lunes, 26-02-2018, Gaudium Press) Concluidos los Ejercicios Espirituales de Cuaresma el pasado viernes, predicados por el sacerdote portugués Padre José Tolentino de Mendonça, el Papa Francisco agradeció al Padre portugués su empeño en la realización de las meditaciones propuestas en los cinco días de retiro cuando el P. Tolentino desarrolló el tema «El elogio de la sed».
El Papa habló en su nombre personal y representando el pensamiento de todos sus colaboradores presentes en Ariccia, en la Casa «Divino Maestro».
Las palabras del Papa Francisco fueron breves y aquí reproducimos trechos de ellas:
«Padre, me gustaría agradecer, en nombre de todos, por este acompañamiento en estos días, que hoy se prolongarán con el día de oración y ayuno por Sudán del Sur, el Congo y también Siria.
Gracias, Padre, por habernos hablado de la Iglesia, por habernos hecho sentir la Iglesia, este pequeño rebaño. ¡Y también por habernos advertido a no «disminuirlo» con nuestras mundanidades burocráticas!
Gracias por habernos recordado que la Iglesia no es una jaula para el Espíritu Santo, que el Espírito vuela…
También hoy existen los «Cornelios», «centuriones», «guardianes de la prisión de Pedro» que viven una búsqueda interior o saben también distinguir cuando hay algo que llama.
Gracias por esta llamada a abrirnos sin miedo, sin rigidez, para ser suaves en el Espíritu y no momificarnos en nuestras estructuras que nos cierran.
Gracias, padre.
Continúe rezando por nosotros (…) «¡Somos hombres! «, pecadores, todos. «
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de RV)
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