Cardenal Pizzaballa corrige la plana: no se conocía la magnitud de lo ocurrido en Israel

La embajada de Israel junto a la Santa Sede se había quejado de una “ambigüedad lingüística inmoral” en el primer comunicado de los patriarcas sobre el ataque de Hamás.

Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén

Redacción (11/10/2023, Gaudium Press) El Cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, de alguna manera está corrigiendo la plana, reconociendo las fallas.

Después de que los patriarcas cristianos de Tierra Santa emitieran un comunicado sobre el ataque de Hamás en suelo de Israel, que cobra ya más de mil víctimas, la embajada de Israel ante el Vaticano se quejó de la “ambigüedad lingüística inmoral” de ese comunicado, que hacía no “posible entender qué pasó, quiénes fueron los atacantes y quiénes las víctimas. Es particularmente increíble que un documento tan seco fuera firmado por personas de fe”.

Ahora el recientemente creado Cardenal dice que ese “mensaje de los patriarcas salió cuando aún se tenía aún plena conciencia de lo que estaba sucediendo. Entendemos el estado de ánimo de los israelíes ante el horror y la barbarie de lo que recién ahora se está tomando conciencia. Quizás se apresuraron demasiado en responder pero no es momento de polémicas. La situación es muy grave, debemos trabajar para comprendernos”.

En el mensaje de los patriarcas del 7 de octubre se condenaba “cualquier forma de ataque contra civiles, venga de donde venga”, y no se mencionó a Hamás en el comunicado.

Insiste entre tanto el purpurado en decir que “la situación muestra claramente que la cuestión palestina no está resuelta. Así como está claro que esta barbarie no tiene justificación y no es una forma de reclamar los propios derechos. Sin embargo, ahora que hay disparos, debemos hacer todo lo posible para reconstruir la confianza. Pero sabemos que lamentablemente es sólo un primer paso”.

De los feligreses de la única parroquia latina de la franja de Gaza, dice el Cardenal Pizzaballa que “están todos bien. La mayoría – concluye el cardenal – se concentraron en el complejo de la iglesia para mantenerse seguros y estar más unidos y apoyarse unos a otros y no a otros. Pero la situación también es difícil para ellos: Gaza está bajo bombardeos, las bombas no hacen distinciones”.