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Los sacerdotes del Santuario de La Salette habían comentado que la congregación no podía continuar allí por mucho más tiempo debido a la escasez de sacerdotes y de vocaciones.
Foto: Santuario La Salette de Enfield / Facebook
Redacción (19/07/2023 16:10, Gaudium Press) Los misioneros católicos de La Salette han vendido uno de sus santuarios marianos, con dos capillas, en Enfield, New Hampshire, a un museo dedicado a preservar la historia de la secta protestante conocida como Shakers.
Los Shakers (Agitadores) fueron llamados así por sus prácticas de sacudir, bailar, girar y hablar, gritar y cantar en lenguas. Se separaron de los cuáqueros, viviendo en comunidades construidas alrededor de los ideales del celibato, la igualdad de los sexos, el pacifismo y la creencia de que Cristo ya había regresado a la tierra en la forma de su inspiradora Ann Lee. El pequeño pueblo de Sabbathday Lake, Maine, es la última comunidad Shaker del mundo, con solo 2 miembros restantes.
Según el Museo Shaker de Enfield, que está adquiriendo el santuario de Nuestra Señora de La Salette, los misioneros de La Salette compraron el terreno a los Shakers en 1927, cuando se celebró la primera misa el 24 de diciembre. La última misa será el 19 de septiembre de 2023, dijo el museo. Como parte del acuerdo, la comunidad de Shakers acordó asociarse con miembros laicos de la comunidad de La Salette, permitiéndoles continuar organizando actividades como el popular Festival de las Luces.
Veronica Colby, quien dirige un grupo de oración en el santuario, le dijo a CNA que está frustrada con la venta y tendrá que encontrar una nueva iglesia para recibir los sacramentos y asistir a la misa dominical.
Verónica, quien ha estado yendo allí durante 12 años, dijo que los sacerdotes del santuario comentaron que la congregación no podía continuar allí por mucho más tiempo debido a la escasez de sacerdotes y vocaciones.
Carolyn Smith, directora del museo, dijo que “la apariencia general de la propiedad no cambiará drásticamente”.
Mensaje de Nuestra Señora de La Salette
El 19 de septiembre de 1846, Melania y Maximino vieron a Nuestra Señora en la cima de la montaña Salette. “La bella Señora”, como la llamaban los videntes, apareció en actitud de profunda tristeza, pidiendo oración y penitencia, y anunciando que no podía sostener el brazo de su Hijo, a punto de castigar a la humanidad por sus pecados y confiando a cada uno un secreto.
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