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Mons. Ceballos se pronunció tras resolución del Ministerio de Salud del país que establece procedimientos para solicitar eutanasia
Redacción (15/07/2021 10:54, Gaudium Press) Después de la expedición en días pasados de la resolución 971 del Ministerio de Salud de Colombia, en la que se establecen los procedimientos para tramitar las solicitudes de eutanasia, Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar, Obispo de Riohacha y presidente de la Comisión de Promoción de Defensa de la Vida del episcopado colombiano, ha declarado que una acción u omisión con la intensión de provocar la muerte para suprimir el dolor, se constituye en un homicidio.
Los cuidados paliativos son una forma privilegiada de caridad
Recordó el prelado la doctrina contenida en el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto, la cual afirma que “las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible. Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa es moralmente inaceptable, por tanto una acción u omisión que, de suyo o en intención provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto divino de su creador”.
Para la moral cristiana la vida es sagrada, dijo Mons. Ceballos, y recalcó que para las personas en condiciones de salud muy delicadas “los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada”.
Antes que pensar en la eutanasia se debiera alentar en el mundo de la medicina y la jurisprudencia a los cuidados paliativos en las personas enfermas; esto, dijo el obispo, “sí es ayudar a morir con dignidad”.
Finalmente, dijo que la medicina paliativa se propone humanizar el proceso de la muerte y acompañar hasta el final. “Es que no hay enfermos incuidables, aunque sean incurables”.
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia
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