Menú 
Con motivo del septuagésimo aniversario del milagro de la lacrimación de Nuestra Señora, ocurrido en Siracusa, Italia, la diócesis impulsa un programas para conmemorar la fecha.
Redacción (, Gaudium Press) Con motivo del septuagésimo aniversario del milagro de la lacrimación de Nuestra Señora, ocurrido en Siracusa, Italia, la diócesis impulsa un programas para conmemorar la fecha.
“Los habitantes de Siracusa necesitan redescubrir a María. El 70° aniversario es una oportunidad para profundizar en este acontecimiento extraordinario de la Lacrimación de Nuestra Señora, que la divina Providencia quiso que se realizara aquí, en esta ciudad, en esta Sicilia”, fueron las palabras de Mons. Aurelio Russo al presentar el programa festivo y exhortar la devoción de los fieles.
El programa de conmemoración comienza este viernes 25 de agosto con una marcha denominada “Pedaleando en la Historia con María”, en la que los fieles recorrerán la ciudad siguiendo el milagroso cuadro que será trasladado en bicicleta. El sábado (26) se presentará al público el libro “Son lágrimas de oración: por una espiritualidad de las lágrimas”, escrito por Mons. Carlo Fatuzzo.
El domingo (27) está prevista una misa con el arzobispo Francesco Lomanto, seguida de una dramatización de un Via Crucis, escrito por Giorgio Orefice, uno de los testigos presenciales del milagro. El lunes (28) estará dedicado a la oración y la vigilia.
Del 29 de agosto al 1 de septiembre, en los cuatro días del aniversario del milagro, se celebrarán Misas por diferentes autoridades. Primero, por el arzobispo de Siracusa, monseñor Francesco Lomanto; el día 30, por el arzobispo de Cagliari y secretario general de la Comisión Episcopal Italiana, monseñor Giuseppe Baturi; el día 31 será el turno del arzobispo Paolo Ricciardi, obispo auxiliar de Roma; y finalmente, el 1 de septiembre, será el cardenal Stanisław Jan Dziwisz, secretario personal de Juan Pablo II y arzobispo emérito de Cracovia.
Las festividades concluirán al día siguiente con un momento de reflexión presidido por el cardenal Dziwisz. La Penitenciaría Apostólica ha concedido una indulgencia plenaria a los fieles que participen en las celebraciones.
Milagro de la Lacrimación de Nuestra Señora
El milagro de la lacrimación de Nuestra Señora, en Siracusa, ocurrió en 1953. El joven matrimonio Angelo y Antonia Lucia Iannuso tenía un cuadro del Inmaculado Corazón de María en alto relieve. El busto de la Virgen está realizado en yeso esmaltado y estaba colocado en la cabecera de la cama del matrimonio.
Antonia fue la primera en notar las lágrimas del cuadro. Algunos familiares pensaron que se trataba de una alucinación de la joven, quien estaba embarazada y tenía problemas de salud. Sin embargo, observaron de cerca la imagen y constataron el fenómeno.
La noticia se difundió rápidamente por la ciudad y pronto la casa del matrimonio Iannuso fue rodeada por una multitud. Las lágrimas volvieron a brotar de los ojos de la imagen al día siguiente. El cuadro fue colocado frente a la multitud y algunos camarógrafos pudieron registrar el milagro.
Las lágrimas brotaron al menos 58 veces de los ojos de la imagen de la Virgen hasta el 1 de septiembre. Se convocó una comisión científica, formada por médicos, para examinar el misterioso líquido que se había recogido durante las lacrimaciones. Las pruebas demostraron que la composición química del líquido era la misma que la de una lágrima humana.
Aun así, el entonces arzobispo de Siracusa, monseñor Ettore Baranzini, se mantuvo cauteloso y esperó la decisión del Vaticano sobre la veracidad del milagro. Después de que se constituyó una comisión de estudio sobre el fenómeno, el episcopado de Sicilia lo reconoció como extraordinario en diciembre de 1953. (FM)
Deje su Comentario