martes, 30 de abril de 2024
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Suiza: la diócesis de Lausana, Ginebra y Friburgo tendrá dos exorcistas

La diócesis señala que “desde hace varios años, la práctica religiosa ha ido disminuyendo y las prácticas ocultas han aumentado, y cada vez más personas recurren al servicio de liberación”.

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Redacción (21/11/2023, Gaudium Press) La diócesis de Lausana, Ginebra y Friburgo, en Suiza, nombrará un segundo exorcista. El ministerio de exorcizar a los posesos se asigna por licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar, que normalmente es el Obispo diocesano.

En este caso, este nombramiento sería una necesidad, porque “desde hace varios años, la práctica religiosa ha ido disminuyendo y las prácticas ocultistas han aumentado, [y] cada vez más personas recurren al servicio de liberación. Actualmente recibimos de 4 a 6 nuevas solicitudes por semana y de 6 a 8 personas por semana, lo que explica el nombramiento de un segundo sacerdote exorcista para la diócesis”.

En este momento tenemos exactamente 51 casos en curso, seis de los cuales son graves. Todos ellos entran dentro del ministerio del exorcista y algunos requieren el recurso al sacramental de exorcismo mayor”, informó la diócesis.

El ritual para el exorcismo mayor o solemne consiste en la imposición de manos, una profesión de fe y “una oración a Dios para que libre a los fieles de todo mal; en ciertos casos, el sacerdote exorcista puede añadir un conjuro a satanás para expulsarlo; este mandato se hace en nombre de Jesucristo por la fe y la oración de la Iglesia”, según un documento de la Conferencia Episcopal Francesa.

De acuerdo a una práctica comprobada, se consideran signos de posesión demoníaca: decir muchas palabras en un idioma desconocido o comprender a alguien que habla de esta manera; revelar cosas lejanas y escondidas; manifestar fuerzas más allá de su edad o condición natural.

El padre Frédéric Le Gal, que trabajó durante mucho tiempo como exorcista, relató una sesión de exorcismo en la que las respuestas dadas al sacerdote fueron en latín, acompañadas de “vociferaciones en griego”, y la persona manifestaba “diez veces más fuerza”. Las grandes sesiones de exorcismo “pueden ser muy impresionantes”, subraya el padre Le Gal, añadiendo que el oficiante debe permanecer constantemente en oración y no dejarse perturbar. “Puedo testificar que este ministerio requiere un estilo de vida físico, mental y espiritual saludable”.

Con información de laliberte.ch

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