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La Corte determinó que no existe un derecho constitucional al aborto. Reacciona el episcopado americano.
Foto: Maria Oswalt en Unplash
Redacción (24/06/2022 10:09, Gaudium Press) En un fallo trascendental, y con repercusiones en el mundo entero, la Corte Suprema americana ha sostenido la legalidad de una ley del estado de Mississippi que prohibe el aborto después de la 15ª semana de gestación.
La decisión de la Suprema Corte en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, establece que no existe un derecho constitucional al aborto, y con su decisión permite una restricción al aborto casi dos meses antes de lo que en sentido contrario había fallado esa Corte en el año 1973, en la decisión Roe vs. Wade.
Por esto se afirma con propiedad, que el histórico fallo dado a conocer hoy es virtualmente la anulación de la sentencia Roe vs. Wade.
Por lo demás, la decisión ahora de la Suprema Corte declara de forma explícita, que la decisión en el caso Roe fue abiertamente incorrecta al reconocer un inexistente derecho al aborto basado en la Constitución, error que fue continuado en el tiempo hasta el día de hoy.
La decisión tomada hoy por el más alto tribunal americano no ilegaliza el aborto en los EE.UU., sino que declara que este no está amparado por la carta fundamental de la Unión, y deja a las legislaciones estatales el establecimiento de las normatividades a ese respecto, siempre respetando los principios establecidos en la Carta Magna.
En ese sentido, y desde lados contrarios, hay varios estados que sí declararán que el aborto es un delito (algunos analistas afirman que serán al menos 12), mientras que en otros el aborto continuará siendo legal.
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Aunque algunos medios de comunicación hablen de una reñida sentencia, la realidad es otra: de los nueve magistrados que componen la Suprema Corte, seis apoyaron la decisión antiabortista: Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh, Amy Coney Barrett, Clarence Thomas, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts y Samuel Alito, este último cuya opinión filtrada en los medios advirtió que el fallo sería en el sentido que hoy se confirma, generando desde entonces actos violentos contra instituciones provida e incluso coerción contra los mismos jueces supremos.
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Reacción del episcopado estadounidense
A la noticia del fallo rápidamente reaccionó el episcopado americano, por boca de su presidente Mons. José H. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, y de Mons. William Lori, Arzobispo de Baltimore y director del Comité de Actividades Pro Vida del episcopado.
“Este es un día histórico en la vida de nuestro país, que conmueve nuestros pensamientos, emociones y oraciones. Durante casi cincuenta años, Estados Unidos ha impuesto una ley injusta que ha permitido que algunos decidan si otros pueden vivir o morir; esta política ha resultado en la muerte de decenas de millones de niños no nacidos, generaciones a las que se les negó el derecho incluso a nacer.
“Estados Unidos se fundó sobre la verdad de que todos los hombres y mujeres son creados iguales, con derechos otorgados por Dios a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Esta verdad fue gravemente negada por el fallo Roe v. Wade de la Corte Suprema de los Estados Unidos, que legalizó y normalizó la toma de vidas humanas inocentes. Damos gracias a Dios hoy que la Corte ahora ha anulado esta decisión. Oramos para que nuestros funcionarios electos promulguen ahora leyes y políticas que promuevan y protejan a los más vulnerables entre nosotros”, expresaron los obispos.
Es claro que la noticia de la decisión de hoy, mucho más que un punto final, en el inicio de numerosos movimientos, a los que el mundo entero seguirá prestando atención.
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