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Después de 40 años de la promulgación del Código de Derecho Canónico, el Cardenal Secretario de Estado declaró que sigue siendo apropiado para la sociedad eclesiástica contemporánea.
Foto: Vatican News
Redacción (08/11/2023 12:09, Gaudium Press) En la conmemoración del 40 aniversario del es , el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, afirmó que este Código de Derecho Canónico de 1983, promulgado por San Juan Pablo II , “sigue siendo relevante para la Iglesia actual”, y un instrumento “sustancialmente adecuado para el momento actual y el futuro próximo”.
Según Parolin, el código estableció un sistema de gobierno pastoral que “refleja las enseñanzas del Concilio Ecuménico Vaticano Segundo y la naturaleza de la Iglesia”. La conferencia “Los 40 años del Codex Iuris Canonici”, celebrada en la Universidad de Bolonia, ofreció una amplia reflexión sobre el significado y las implicaciones de la codificación actual para la Iglesia latina.
Según Vatican News, el cardenal también abordó la evolución de la codificación en la realidad eclesial, comparando la concepción eclesiológica que condujo a la primera codificación canónica en 1917 con los escenarios de la Iglesia después del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Parolin señaló que el Código de 1983 “cumple bien su función de proporcionar el eje de apoyo al orden canónico”. Destacó que los fundamentos teológicos y doctrinales de los cánones del código expresan la perspectiva adecuada para interpretar las instituciones y preceptos individuales según la tradición canónica de cada uno. Además, el Card. Parolin destacó la importancia de interpretar y aplicar las nuevas normas tanto universal como privadamente “en coherencia con el sistema doctrinal anclado en las enseñanzas del Concilio Ecuménico Vaticano II”.
La reforma del Código de 1917, siguiendo las sugerencias y principios del Concilio Vaticano II, fue solicitada por el Papa Juan XXIII y posteriormente concretada por Pablo VI. Sin embargo, el Código no se promulgó hasta 1983 e introdujo la “descentralización”, aumentando la adaptabilidad del orden canónico a diferentes contextos culturales en todo el mundo. El objetivo de los nuevos cánones era proporcionar “una columna vertebral” en torno a la cual se pudieran desarrollar diferentes temas disciplinarios.
Finalmente, el cardenal Parolin destacó la coherencia lograda por el conjunto normativo de esta nueva versión, fundada sobre bases eclesiológicas, y la conexión de cada institución con su propia proporción canónica. Afirmó además que, aunque son necesarios algunos cambios eventuales a los cánones, “no existen alternativas posibles y realistas al actual Código de Derecho Canónico”. Sin embargo, destacó que, “en situaciones particularmente complejas”, la Santa Sede podría crear un derecho especial para abordar estas cuestiones.
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