viernes, 29 de marzo de 2024
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Editor estadounidense denuncia discriminación en Nigeria y recuerda que la persecución debe frenarse en sus orígenes

Washington (Lunes, 13-1-2020, Gaudium Press) El editor del informativo estadounidense Crux, John Allen, dedicó un artículo de análisis a la situación de libertad religiosa en Nigeria, un país donde no sólo se registran violentos ataques anticristianos por parte de grupos terroristas como Boko Haram, sino donde los fieles padecen otras formas de discriminación. Para Allen, son estos casos que pasan desapercibidos en Occidente una de las claves para proteger la libertad religiosa y evitar las tragedias de gran magnitud que sí llaman la atención de la opinión pública internacional.

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Iglesia atacada con explosivos en Nigeria en 2012. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada.

«Si una bomba explota en una iglesia el domingo de Pascua, por ejemplo, causando cientos de muertes, se convierte en una noticia», indicó Allen, quien lamentó que la persecución religiosa sea entendida en Occidente sólo como los peores actos de violencia. «Si un religioso solitario es amenazado después de un servicio dominical regular, pasa desapercibido».

Esta situación se vivió en Oriente Medio, una región que padeció recientemente una oleada de persecución de tanta magnitud que fue reconocida como genocidio por varios países, incluyendo Estados Unidos. «Los cristianos en el Medio Oriente habían estado sujetos a una ciudadanía de segunda clase desde la era de la conquista islámica, y habían sido objeto de acoso cada vez más violento desde la revolución islámica en Irán en 1978 y la radicalización global del Islam que sobrevino», recordó el analista, quien afirmó que esta situación sólo impactó a la opinión pública internacional cuando la violencia estalló de manera generalizada.

«El problema de prestar atención a una tormenta creciente sólo cuando alcanza su máxima fuerza, por supuesto, es que uno ignora las señales de advertencia que podrían haber permitido tomar mayores medidas preventivas, salvando así vidas», alertó Allen. «La verdad es que las erupciones espectaculares de odio religioso generalmente son el resultado de una larga escalada de delitos menos atroces que pasaron desapercibidos y, por lo tanto, impunes, inculcando una sensación de impunidad entre los delincuentes».

Un hecho de persecución poco conocido

Por este motivo denunció un caso concreto poco divulgado, acaecido en el estado de Kano en Nigeria, el cual es mayoritariamente musulmán. El pasado 25 de diciembre, Día de Navidad un ciudadano cristiano llamado Richard Solomon Musa Tarfa fue arrestado por el supuesto delito de «secuestro criminal de menores». En realidad, Tarfa es cofundador de un hogar para niños huérfanos y desplazados, el Centro Du Merci. Además, trabaja para lograr la acogida de mujeres embarazadas que han sido rechazadas por sus familias, ofreciendo refugio frecuentemente hasta el parto.

La primera acusación contra el creyente era operar sin permisos suficientes, pero su esposa exhibió la documentación que dejaba sin bases el arresto. Luego los cargos fueron aumentados para acusarlo de secuestro, por lo cual se fijó una onerosa fianza que debía sumarse al requisito de tener la garantía de un alto funcionario estatal. Los niños del Centro Du Merci fueron detenidos y llevados a otro hogar, a pesar de que la situación legal de la institución había sido aclarada por completo 18 años atrás después de una redada similar de las autoridades.

Lord David Alton, conocido católico y defensor de los derechos humanos de Reino Unido, fue notificado del caso y escribió a las autoridades sin obtener respuesta. También denunció el cubrimiento la cadena BBC que reportó el hecho como una redada a orfanatos ilegales. A pesar de esta denuncia y la emitida por la organización Christian Solidarity Worldwide, el hecho es poco conocido incluso en Nigeria. «Nadie murió ni resultó herido, solo dos personas fueron arrestadas, y una de ellas fue liberada poco después», describió Allen, quien acreditó a la ausencia de una violencia desenfrenada la falta de interés de los medios y el público general.

La persecución a pequeña escala motiva la persecución violenta

«Sin embargo, la realidad es que Nigeria ya es una de las principales zonas de peligro del mundo para los cristianos», denunció el editor. «El día después de Navidad en otras partes del país trajo una de esas espectaculares erupciones de violencia, con las decapitaciones de diez miembros de una fiesta nupcial católica y la muerte a tiros de otro en represalia por la muerte del jefe de ISIS Abu Bakr al-Baghdadi por las fuerzas estadounidenses en Siria»

«Es completamente posible que los militantes de Boko Haram que participaron en esos asesinatos hayan sido alentados a hacerlo por el hecho de que otros actos de hostigamiento y persecución de bajo nivel fueron tolerados en silencio por las autoridades locales o, en el caso de Tarfa y el Centro Du Merci, de hecho realizados por ellas», concluyó. «En otras palabras, en la lucha contra la persecución religiosa como en cualquier otro aspecto de la vida, el truco es prestar atención a las cosas pequeñas, por que las grandes cosas se ocuparán de sí mismas».

Con información de Crux.

 

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