Obispo español pide respetar y promover la vocación sacerdotal de los hijos

Córdoba (Viernes, 28-09-2012, Gaudium Press) En una carta pastoral en la cual celebra la próxima ordenación de dos presbíteros el día 29 de septiembre, el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, solicitó a los padres de familia apoyar a los hijos que manifiesta tener vocación al sacerdocio. «Si tu hijo te dice que quiere ir al Seminario, no se lo impidas bajo ningún pretexto», pidió el prelado. 

Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba, España

En lugar de convertirse en obstáculo a la obediencia al llamado, el Obispo pidió que los padres vean la vocación de un hijo como el don más preciado.»Dadle gracias a Dios, acompañad con la oración esa vocación -todavía tierna- de vuestro hijo», expresó Mons. Fernández. «Gracias por vuestra generosidad, que Dios premiará como Él sabe hacerlo».

El prelado también advirtió sobre la tendencia de algunas familias a retrasar la obediencia de los jóvenes al llamado de Dios.  «Y si dentro de un tiempo ese germen de vocación se ha agostado, ¿quién será el responsable?», cuestionó el Obispo. «No te hagas responsable de impedir algo de Dios».

En lugar de esta actitud, Mons. Fernández invitó a toda la Iglesia a promover activamente las vocaciones sacerdotales: «Queridos sacerdotes, catequistas, profesores, hablad con amor a los niños y a los jóvenes sobre la vocación sacerdotal», exhortó. «Que en sus planes de futuro entre esta posibilidad, porque les habláis de Dios, de la amistad con Jesucristo, del amor filial a la Virgen, del servicio a la Iglesia en las cosas de Dios, de la entrega total de sí mismos, del horizonte misionero».

El Obispo recordó que la entrega al sacerdocio es una gran necesidad de la Iglesia y que a los jóvenes se les debe enseñar el modelo de los santos que han encontrado el mayor servicio a Dios en el sacramento del Orden. «Dios quiere dar a su Iglesia sacerdotes, nuestro mundo necesita santos sacerdotes», aseguró Mons. Fernández «Dios llama, sigue llamando a nuevos trabajadores para su viña. En la pastoral juvenil y vocacional hemos de ayudar a escuchar esa llamada, acompañarla y regarla con oración, sacrificio y testimonio», concluyó.